Pau Gasol y Juan Carlos Navarro son los dos mejores jugadores de la historia de nuestro baloncesto. Están entre los 10 mejores de la historia del baloncesto europeo y Pau será Hall of Fame de la NBA. Su presencia y su dominio junto a Calderón o Felipe ha sido tan grande y los focos les han apuntado tanto, muchas veces a su pesar, que nos habíamos olvidado de todo lo que teníamos y de lo que no habíamos perdido con la marcha de estos jugadores: El espíritu de familia y el carácter competitivo de esta selección. Una seña de identidad que se va trasladando de generación en generación y que nos permite estar en la final del mundial.

Sergio Scariolo es uno de los principales artífices de este éxito. Después de sus logros con la selección podía haberse centrado en otros objetivos pero cuando «La Familia» le llamó volvió con el reto de hacer la transición entre generaciones, de pilotar la era «post generación de los 80». Y se ha ganado el respeto de todos, incluso de sus críticos. Hizo una selección para las ventanas FIBA en la que casi nadie creía y clasificó al equipo para el Mundial revalorizado a muchos jugadores que estuvieron a sus órdenes y en esta fase final le ha sacado más brillo a su pizarra que nunca. Su trabajo parecía muy fácil con Pau y Navarro en plenitud y no lo era. Ahora su trabajo parecía imposible pero ha logrado de nuevo un «Cum Laude».

Marc Gasol siempre a la sombra de su hermano Pau. El hombre que aguantó de todo en 2006 por estar en aquel equipo y que en la final emergió como el MVP que es, en ausencia de Pau, para aniquilar a Schortschanitis. Y no ha parado de crecer y de tapar bocas. Siempre desde la peor situación, aguantando comparaciones, nunca le han importado, y destacando desde la defensa. Esa tarea tan ingrata. Marc ha hecho un campeonato soberbio pero como no anotaba mucho, algunos le criticaban. Ha tenido que hacer 33 puntos en las semifinales para recibir el reconocimiento general. Sus 4 tiros libres casi consecutivos al final del partido y de la primera prorroga todavía me impresionan. Patty Mills falló uno de los suyos.

Rudy Fernández está detrás de todos los éxitos de la selección y también del Real Madrid. Sin la explosión anotadora de antes muchos le critican pero este campeonato se ha convertido en el mejor defensor del torneo y entre los mejores del mundo. Sus rebotes en ataque y en defensa, sus robos de balón y sus intercepciones en la línea de pase son vitales. Sin sus últimos minutos de partido no hubiéramos llegado ni igualados al final del partido.

Ricky Rubio liberado de todas sus ataduras afronta los mejores años de su carrera una vez encontrada la paz interior. Decisivo en ambas partes del campo se reivindica como el timonel de este equipo. Su mejora en el tiro es increíble y demuestra que el trabajo da frutos. Como dice Kevin Durant: «Si el talento no trabaja demasiado, el trabajo gana al talento». Ricky tiene los do: Talento y trabajo.

Sergio Llull, Victor Claver, Pau Ribas, Oriola, Juancho y Willy han conformado esa rotación de 9 jugadores que ha tenido momentos estelares decisivos en todos los partidos y los menos utilizados Quino Colom, Beirán y Rabaseda han asumido con naturalidad su rol y han aportado unión al grupo. Un éxito increíble que vivimos hace 13 años y que pensamos que nunca volveríamos a ver€ El domingo puede ser un gran día€ Suerte