Penoso pasatiempo

Lo que de verdad debe preocuparnos es que sea la sociedad española la que tiene que resistir el juego de unos líderes políticos más interesados en sus estrategias partidistas que en responder a los graves desafíos que nuestro país debe afrontar a corto plazo.

Sánchez espera sacar el mayor rédito posible de esta situación, ha pasado un tiempo buscando apoyos fuera del Parlamento, en sus múltiples reuniones con asociaciones más o menos afines para elaborar su programa supuestamente «progresista», dirigidas más a la captación de votos que a solución de problemas.

Sin embargo, la principal víctima de este juego de resistencias puede ser la misma democracia, porque el desgaste puede afectar al propio electorado, cansado de este largo y penoso pasatiempo. Algunas encuestas ya muestran este hecho.

Valentín Abelenda CarrilloMálaga