Earl Clark nació en Plainfield, en New Jersey, pero a pesar de ello siempre admiró a Allen Iverson y por ello se convirtió en un seguidor de la Philadelphia 76ers. Sus referencias nunca fueron los gigantes que veía por la TV en la NBA. Su admiración siempre era por los jugadores como Iverson, capaces de correr, anotar, ilusionar€ Eran los tiempos de «E-5». La inicial de su nombre y el número que siempre lucía le daban ese apodo. Eran los tiempos en los que Clark era un base de 1,83m. Esa era su altura en el instituto hasta que empezaron a dolerle las rodillas, y al igual que había pasado con Dennis Rodman, vivió un estirón tardío que le convirtió en un jugador de 2,08m en la universidad. El dolor era tan intenso que estuvo temporadas sin jugar pero le acabaron convirtiendo en un jugador total: un base dentro de un cuerpo de pívot.

Rick Pitino le reclutó para la Universidad de Louisville y le convirtió en el Nº14 del draft de 2009. Clark había llevado a la Universidad, por primera vez en la historia, a ser la Nª1 del ranking de la NCAA. La historia, sin embargo, no tuvo final feliz y una derrota ante Michigan State, le dejó en 2009 a las puertas de una Final Four que ganó la North Carolina de Deon Thompson. Ahora Earl Clark es el elegido por Burgos para continuar el legado que comenzó el jugador cajista y continuó Dominique Sutton. Mañana medirán fuerzas en el Coliseum burgalés.

Clark estaba llamado a estar muchos años en la NBA pero su experiencia se limitó a 6 años y 276 partidos. Una cifra por la que muchos jugadores «matarían», pero que parece insuficiente para su talento. Sus ansias de ver mundo, la búsqueda de contratos garantizados y la buena experiencia familiar han provocado que pasara de viajar en un avión privado con Kobe Bryant y compartir vestuario con Pau Gasol a jugar en la ACB y vivir en Burgos. Quentin Richardson le bautizó como «Eazy» en el vestuario de los Magic de Orlando. Era la época en la que Q Rich bautizaba a todos sus compañeros, nunca llamaba a nadie por su nombres reales, pero no les explicaba por qué.

Earl fue el primer jugador que firmó por un equipo chino en el lookout de 2011. Volvería a China en 2016 para jugar después 2 años en Besiktas y la temporada pasada en Buducnost. De su época de base le queda la habilidad para el lanzamiento exterior. En los últimos 3 años ha anotado más de 200 triples a pesar de presenta un 0/10 en sus últimos 2 partidos en la ACB. Clark está en su mejor momento de la temporada, con 3 valoraciones por encima de los 20, lidera a un equipo que suma tres triunfos consecutivos y desde el quinto lugar de la tabla busca el asalto del tercer puesto que está a solo una victoria. Unicaja que ha disfrutado de una semana de entrenamientos completa, por el parón de la Eurocup, deberá abandonar la irregularidad que le acompaña esta temporada si quiere «conquistar» Burgos. La empresa no es fácil pero es la hora de empezar a ganar si se quiere mirar a los 4 primeros puestos de la clasificación. Suerte€