Como era de esperar, el gobierno de Pedro Sánchez ya está en la picota; ni un día de respiro. Si no hubiera sido por el nombramiento de Dolores Delgado a la fiscalía general, lo sería por cualquier otra cosa. Los órdenes de Casado, versus Cayetana Álvarez, es no cejar un día sin darle tralla al Gobierno, centrado, sobre todo, en machacar que gobiernan los comunistas, (volver a la metralla franquista), que mandan los separatistas (Yunqueras en la cárcel) y los etarras preparan las armas para volver a matar (Otegui en el punto de mira). Como en tiempos pretéritos, cuando Franco aún tenía acojonada a media España, para el PP es como si volviera el contubernio judío masónico. Y así nos va. Con instituciones fundamentales para la democracia en dique seco, varadas por la manifiesta incapacidad de buscar consensos.
Lo dicho por Casado de que sólo hay un PP no es cierto. Hay un PP ponderado, conservador centrado, dialogante, capaz de buscar puntos de acuerdo, pese a las discrepancias. Es un PP necesario, que entienda que las políticas de Estado deben ser negociadas. No parece que vaya a prevalecer esta posición, entre otros motivos porque las caras de los principales líderes de la derecha andan con la mirada crispada, en tensión como si tuvieran estreñimiento. Hasta tal punto se nota en el entrecejo esta actitud que persona de natural alegre y simpática como es el diputado por Málaga, Montesinos, hoy da la sensación de estar estresado al límite. Puede que encanezca antes de tiempo.
Desconozco si el PP tiene encuestas internas que avalen que transitar por estos derroteros les da proyecto de futuro (más votos) o por el contrario deben volver al centro tan demandado por todos los partidos, incluido el PSOE. Con Ciudadanos, ahora en etapa de luchas internas, sin que Arrimadas (más a la derecha de Rivera) consolide su liderazgo el PP tiene en este partido un inmenso caladero, pero no sé si sabrán diseñar estrategias que le permitan morder en Ciudadanos sin hacer sangre; algo difícil, pero no imposible.
En Andalucía, por ejemplo, el PP tiene campo por delante para sumar si se mantienen las tesis de Moreno Bonilla, centrado en su gestión y en su futuro. Ciudadanos en Andalucía tiene abierto en canal el partido sin que su líder natural y con prestigio, el sanluqueño Juan Marín, termine por dominar el cotarro, asaetado como está por el incombustible Hervías, hacedor de una política que puede llevar a este partido a la irrelevancia. El Partido Popular andaluz tiene cancha de juego en Andalucía y no es de extrañar movimientos para engordar sus filas con destacados militantes de Ciudadanos, algunos se sientan cada martes en el Consejo de Gobierno que preside Moreno Bonilla, barón popular que, por lo que me dicen, tiene fuerza y predicamento en los madriles, que es donde de verdad se cocina la política.
Pero al PP le puede dar un aire, sin llegar a ictus, de consolidar Espinosa de los Monteros (intelectual, lobista y estratega de VOX) su plan para apoyar algunos asuntos de Estado a proponer por el Gobierno de Pedro Sánchez, tal y cual ha dejado caer como el que no quiere la cosa. Otra cosa es que el PSOE esté dispuesto a recibir la transfusión de la ultraderecha, pero es cierto, y Casado tarda en dormirse, saber que Vox, también en Andalucía, le está echando el aliento en el cogote a los populares. La cintura de VOX no es de recibo porque siempre termina por aflorar la peligrosa ultraderecha que en ella anida.
Dicho lo cual, me llega la noticia de que una ilustre malagueña, curtida en mil batallas, que se dejó jirones en su lucha por la alcaldía malagueña, militante ortodoxa del PSOE, sensata y discreta tal cual es María Gámez ha sido llamada a poner orden en la Guardia Civil desde la más alta responsabilidad. Es para felicitarse y yo lo hago de forma profunda. María Gámez tiene un reto por delante de enorme envergadura y yo sé, por conocer su capacidad de gestión, que lo hará muy bien. Queda libre la vacante de subdelegado del Gobierno en Málaga y yo, también por conocer de sus capacidades nunca suficientemente ponderadas, hago una apuesta personal por Rafael Fuentes. Ojalá acierte.
