Pero no la suya. Demasiados intereses inmediatos condicionan a los políticos como para que la Educación sea su mejor amiga. Me refiero a los distintos políticos con las mismas bridas partidistas que, legislatura tras legislatura, cambian la anterior ley de Educación cuando el partido en el gobierno cambia, sin consensuar la nueva ley con el porcentaje de representatividad necesaria y con criterios responsables de perdurabilidad y eficacia y sin que cambie, en realidad, la educación que pretenden cambiar.

No sólo esos políticos son malos amigos de la Edu. También parte de su reflejo en la sociedad civil. A veces, para nuestra desgracia, quienes debieran ser la de todos son su correa de transmisión. Ayer oí a dos periodistas en la radio discutiendo sobre lo bien o mal que estaba la 'caracola' en la que habían estudiado sus hijos. De verdad. A uno le parecía la caracola mejor que un aula de obra y al otro le parecía tercermundista. Uno retó al otro a decir en qué colegio estaba ese aula prefabricada que estaba tan mal y citó el colegio donde estudiaba su hijo para que se constatara la que estaba mejor que el resto del colegio, ambos en Sevilla. La confrontación es untuosa.

Una parte de la sociedad sólo lee las noticias y la opinión publicada que quiere leer, obviamente, pero no por libertad legítima sino por espejo argumental. Sigo a los 'míos' o a quienes piensan como yo. El negocio de la comunicación hace tiempo que lo vio. Las líneas editoriales ya no son sólo eso, la mayoría de los medios son visiones parciales del mundo. Del nuestro, no el de los otros. Pero sólo hay un mundo y lo formamos todos.

Ayer paró la Edu en Andalucía. La concertada considera que el decreto de Imbroda se queda corto para liberalizar de verdad la escolarización. La pública considera que el decreto es un ataque frontal que apuesta por la privada. Todo con la amenaza laboral de fondo que podría suponer la bajada de los nacimientos y cómo eso podría terminar justificando el cierre de colegios de la una o de la otra. La nueva ley de Educación que va a aprobar el Gobierno central de distinto signo al andaluz lo dice todo con el marxiano nombre de su anteproyecto: Ley Orgánica de Modificación de la Ley Orgánica de Educación (LOMLOE) Ya veremos su recorrido. En 2002 la LOCE, por ejemplo, la entonces denominada Ley Orgánica de Calidad de la Educación, promulgada durante la segunda legislatura de Aznar, quedó derogada en cuanto llegó Zapatero a la Moncloa en abril de 2004 con su LOE. Una ley orgánica se deroga con otra ley orgánica, en fin... Cada vez sumamos más leyes educativas que cada vez duran menos y algunas casi no tienen tiempo de ser aplicadas. LGE, LOECE, LODE, LOGSE, LOPEG, LOCE, LOE, LOMCE (estigmatizada con el nombre de su ministro, ley Wert) y con la LOMLOE nos acercamos irresponsablemente a la decena. Alguna de ellas, para colmo, sólo abundó en el desequilibrio territorial entre escolarizados, por cierto, disolviendo los criterios generales que deben unificar los criterios básicos de la Educación en toda España, por encima de las diferencias razonables que puedan tener los territorios que tienen la enseñanza transferida. Ya vale...