La educación, el civismo, la salud y la vida por encima de las ideologías (crisis del coronavirus)

La Constitución Española obliga a los políticos y autoridades a velar por la libertad de los ciudadanos siempre que no perjudiquen con sus actos a sus semejantes.

Pues bien, yo elijo la salud y la vida y lo hago no por ideología política sino porque es un derecho como ciudadano y como ser humano.

La libertad de un individuo tiene un límite muy claro y es no causar daño a otros individuos.

La Constitución permite la libertad hasta ese límite, hasta el que ejerce un daño al resto de ciudadanos y si es así las autoridades políticas, fuerzas de seguridad y justicia tienen la obligación de actuar para frenar esas actuaciones que causen perjuicios y en este caso muy graves al resto de los habitantes del país.

Con esta premisa que es muy clara hay que tener en consideración la circunstancia en la que nos encontramos en la que miles de personas mueren, muchos miles se contagian y otros miles quedan con secuelas para el resto de sus vidas.

Por consiguiente y hasta que no tengamos una vacuna que cure el coronavirus, los ciudadanos que no sigan las normas de seguridad por cuestiones de ideología o por cuestiones de egoísmo personal, deben ser sancionados porque están comentiendo actos en contra de la salud pública y poniendo en peligro la vida propia y la de los demás, además de estar extendiendo el virus a muchas más personas de una manera incívica e intolerante, da igual su ideología, quien ocasione perjuicios en contra de la salud pública debe ser sancionado por dicho comportamiento y de nuevo hago una clara referencia a la educación de los habitantes de nuestro país y, sobre todo, a la concienciación social que tan necesaria es en estos momentos y siempre lo es en una democracia que se precie.

Hago un llamamiento al respeto por la salud y la vida y otro muy importante a la educación social, solidaria y cívica.

Nuestra Constitución y nuestra democracia tienen argumentos de sobra y el deber y la obligación de proteger en primer lugar la vida de todos los españoles por encima de la ideología que sostengan, pues sin la salud o sin la vida para poco sirve la ideología, ya que en una UCI lo único que se hace es pensar en si saldremos de allí vivos o sin vida.

Jesús Relinque, profesor de Málaga