Hay situaciones en la vida que nos toca empezar de cero por obligación y otras en las que quizás deberíamos empezar de cero pero ni siquiera nos paramos a reflexionar sobre ello. De un modo o de otro, una vez tomada la decisión, ya sea por uno mismo o por obligación, es importante tener en cuenta varios aspectos importantes de cara al nuevo desarrollo.

Lo primero que debemos hacer es no tomar nuestra experiencia como único aprendizaje de vida y reconocer que nuestras creencias son eso, creencias y que podemos relativizar, aprender, desaprender y volver a experimentar multitud de situaciones y emociones que antes desconocíamos. Para ello es importante tener una actitud no solo activa sino flexible, curiosa y dispuesta.

También debemos obligarnos a ampliar círculos saliendo de nuestra zona de confort. Podría ser haciendo un deporte nuevo, asistiendo a talleres o actividades donde podamos conocer gente nueva, conocer a amigos de nuestros amigos o arriesgarnos incluso a viajar solos. Buscar nuevas experiencias y emociones sintiéndonos aventureros nos hará superar límites y creencias que ni si quiera reconocíamos en nuestra personalidad. Además encontraremos un bienestar en relación a la seguridad y confianza en uno mismo por haber superado dichas inseguridades.

Centrarnos en lo positivo y usar lo negativo como aprendizaje es una opción inteligente para poder focalizarnos en el nuevo camino. Es normal que situaciones o personas nos recuerden nuestro fracaso, pero debemos aprender a aceptarlo y sacar lo positivo de ello. Gracias a los fracasos somos más conscientes de nosotros mismos, de lo que queremos carca, a lo que aspiramos y cómo queremos vivir.

Si somos capaces de centrarnos en lo positivo encontraremos esa motivación necesaria para ir elaborando dicho nuevo plan de vida, a través de pequeños objetivos fácilmente alcanzables y sin darnos cuenta, y con el tiempo, habremos conseguido cambios en nosotros mismos que ni siquiera nos habíamos planteado con anterioridad.

Pedir ayuda, contar con amigos y dejarse aconsejar también resulta muy beneficioso para volver a empezar. Todo el mundo ha tenido que volver a empezar alguna vez, ya sea en relación a la familia, al trabajo o a los amigos, y con el paso del tiempo podemos o hacernos más valientes hacia los cambios o mantenernos conservadores en relación a ellos. Por eso, cuando nos toca, el contar con alguien siempre viene bien. Escuchar experiencias, opciones, hablar de dudas, miedos€ Todo puede valer.

Y por último, es muy importante no usar la experiencia como tirita, sin querer darle una segunda oportunidad a todo lo nuevo que puede aparecer. No arriesgar o dejar de tomar determinadas decisiones porque en el pasado no salió bien y ahora no queremos exponernos o simplemente queramos protegernos es un error. Mucho cuidado con la desmotivación o la pereza y con el miedo o la inseguridad a la hora de recorrer un nuevo camino. Se hace camino al andar y las decisiones hay que tomarlas para saber reconocer dónde está el error y por qué nuevos caminos queremos probar.

Superar el bloqueo inicial reconociendo que empiezas de cero, siendo realista y sincero contigo mismo y tus amigos. Olvidarte del ego para rodearte de nuevas personas que quieran ayudarte y así aprender de ellos. Motivarte por el cambio y comenzar a vivir un nuevo momento.

Pase lo que pase, todo merece la pena.