Opinión | SOL Y SOMBRA

¿El chiste de mañana?

La Fiesta Nacional coincidió esta vez con la voladura controlada del procés por parte del bloque separatista catalán

Imagen del desfile del 12-O

Imagen del desfile del 12-O / RODRIGO JIMÉNEZ

La suma de todas las crisis de España podría conducir a una reflexión colectiva profunda sobre lo que realmente es la nación que tanto aparenta desconocerse a sí misma a lo largo de los siglos. Esto sería en circunstancias normales y digo podría pero no sucederá; las reflexiones colectivas únicamente se producen en ámbitos civilizados e imaginativos de preocupación intelectual, no en sociedades empujadas al abismo por la pobre e infamante discusión pública y en páramos sacudidos por los vientos de la discordia y el sectarismo. Así somos y así «semos». Habrá que resignarse una vez más a aquello de H.G.Wells de que la crisis de hoy es el chiste de mañana. Solo que hoy la crisis tiene tantas realidades afiladas, económicas, culturales e institucionales, que no resulta difícil predecir detrás de ellas cualquier hecatombe.

La Fiesta Nacional coincidió esta vez con la voladura controlada del procés por parte del bloque separatista catalán. El PSC, que ganó las elecciones, ha acudido enseguida al rescate se supone que por impulsos presupuestarios y para seguir validando a los republicanos que tenían la llave y decidieron utilizarla para hacerse con el Govern. Detrás de todo ello vuelve a asomar como alternativa una reedición del Pacto del Tinell, que en 2003 proponía Cataluña como una nación socialmente avanzada, más autogobierno y nueva política territorial. En la actualidad, casi veinte años después, teniendo en cuenta los pasos que han dado, entre otros, ERC, árbitro entonces de la situación, no habría que articular el acuerdo partiendo de ningún punto de aquellos. Todos están explotados y han llevado a lo que ya conocemos: un estado permanente de confrontación. Que se une, además, al confusionismo y al desánimo ante la sospecha cada día más acrecentada de que el Gobierno no está dispuesto a defender la idea de España como nación de todos los españoles en un marco común de convivencia. Ni siquiera la idea cultural, histórica y patrimonial frente a los ataques que sufre del exterior.

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