Cartas al director

'Sánchez, despierta', por Emilio Pérez Ledesma

Si algo atraía para votar a Sánchez era su cara y conducta de hábil boxeador, capaz de mandar en el ring, aunque ya con muchos apuros. Ahora, sin embargo, un conocido y esperado golpe bajo, anulado por la Justicia al día siguiente, una denuncia contra su esposa basada en noticias periodísticas, le ha llevado a escribir, sin consultar ni a su equipo, una carta imponiendo paralizar durante cinco días el país «para reflexionar» él, en plenas elecciones en Cataluña y, poco después, las europeas, para no hablar de Palestina, etc.

Ese gran e innecesario repliegue ha tirado por tierra su principal cualidad, la entereza, y mostrado su gran irresponsabilidad, su carácter autocrático y su falta de confianza con sus principales dirigentes, que creyeron que iba a dimitir. También ha mostrado la impresionante falta de apoyo a su gesto del pueblo en la calle. Sánchez ni con esas ha reconocido el daño causado por esa inconsulta, larguísima y tan inoportuna vacilación; al contrario, ahora intenta taparla no sólo prometiendo seguir hasta terminar los tres años que en principio le quedan, sino postulándose para otros cuatro más.