Glass Onion (Netflix) es un filme tan excelente como intranscendente, de virtuosismo formal absoluto. Pertenece a un género, el detectivesco, que a cada tanto languidece y vuelve a renacer. Me tocó el tiempo de Agatha Christie (que sucedió al de Conan Doyle), la escritora que más libros ha vendido en la historia. En sus novelas todos son sospechosos menos el detective y al final ni uno solo de los enigmáticos cabos debe quedar suelto, reponiéndose así el orden, un juego en que el lector participa tratando de resolver adivinanzas. El tiempo de Agatha fue el de los mayores desordenes y miedos del Siglo XX (anteguerra, II Guerra, Guerra Fría) y sus novelas un refugio de miedo controlado. ¿Anuncia el renacer actual del género (igual que el del juego del Cluedo, algunas novelas de éxito, etcétera) grandes desórdenes, en medio de los que el orden de mesa camilla es un valor-refugio?
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