Algunos llaman ahora ‘agujeros demográficos’ a ‘manchas’ del país (como Zamora) en las que el crecimiento demográfico se ha detenido, o invertido su tendencia. Viéndolo con perspectiva, los agujeros demográficos son los únicos que ni habrán contribuido al agujero de la capa de ozono (ahora en reparación) ni agujerean los casquetes polares, los glaciares y las costas inundadas por el aumento del nivel del mar. En la mancha de ‘agujeros demográficos’ crece la mancha de la naturaleza o de la pureza del aire y se reduce la de la contaminación acústica, lumínica o hídrica. Salvo que los purulentos abscesos demográficos urbanos acaben antes con la vida, día llegará en que los agujeros demográficos sean vistos con el respeto que se merecen y los abscesos demográficos como lo que son, o sea, una enfermedad de la vida (terminal por más señas, según los expertos en la pandemia climática).
¡Regístrate y no te pierdas esta noticia!
Ayúdanos a adaptar más el contenido a ti y aprovecha las ventajas de nuestros usuarios registrados.
Si ya estás registrado pincha aquí.