Málaga solidaria

Aquí vivo, aquí (no) voto

Adela Jiménez

Adela Jiménez

Celebramos elecciones y una vez más elegimos a las personas que gestionarán las políticas públicas municipales de nuestra provincia. También una vez más, muchos vecinos y vecinas extranjeras no tienen derecho a votar a los miembros de los ayuntamientos de los municipios en los que viven, trabajan cada día y pagan impuestos. El 35,4 % de las 334.271 personas extranjeras residentes en la provincia de Málaga tiene derecho a votar el 28 de mayo, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). El porcentaje es similar en el conjunto de España, donde aproximadamente una de cada tres personas extranjeras residentes tiene derecho al sufragio, en su mayoría nacionales de países de la Unión Europea.

El proceso actual no facilita que la población extranjera residente en España participe en la vida pública de su ciudad o su pueblo. En el caso de las elecciones municipales, únicos comicios en los que pueden votar personas sin nacionalidad española, sólo pueden acudir a las urnas las originarias de la UE y de algunos países concretos con los que España ha firmado acuerdos. Además, los requisitos que tienen que cumplir los nacionales de los trece países con los que existen estos convenios reducen aún más, en la práctica, el número de personas que finalmente acude a las urnas. Así, en la provincia de Málaga, sólo el 22,3% de las personas extranjeras con derecho a voto pudo completar la gestión -obligatoria- de inscribirse previamente en el censo electoral para poder elegir a su alcalde o alcaldesa. Como resultado de todo ello, apenas el 7,88% - ni siquiera una de cada diez - de las personas extranjeras residentes en la provincia podrá, finalmente, acudir a votar.

Por todo ello, Málaga Acoge viene reivindicando que se reconozca el derecho al voto de todas las personas residentes en nuestro país, independientemente de la nacionalidad, así como la posibilidad de que puedan presentarse como candidatos y candidatas en los comicios. Es un hecho - y un grave déficit de nuestra sociedad democrática - que algunas de las comunidades más numerosas en España, como la marroquí, no pueden participar en ninguna de las elecciones. Porque participar en las decisiones colectivas y la vida pública es un derecho básico para toda la ciudadanía, venimos apoyando junto a otros colectivos la campaña ‘Aquí vivo, aquí voto’ que reclama la participación política de todas las personas que viven, conviven y contribuyen al desarrollo de nuestros pueblos y ciudades. Reconocer su derecho al sufragio es una cuestión de justicia social porque son vecinos y vecinas sujetas a las mismas normas de convivencia y deberes legales y tributarios, y también es un instrumento de lucha contra la desigualdad y la exclusión.

Consideramos que para acudir a las urnas debe bastar con la residencia estable en España en un plazo inferior a los cinco años que prevé la legislación actual y que debería abrirse la posibilidad de que disfruten de una ciudadanía plena y puedan participar también en las elecciones autonómicas y nacionales. Sólo así puede haber una inclusión real.

De ahí que pidamos a las nuevas corporaciones municipales que resulten elegidas el 28 de mayo que apuesten por impulsar los cambios legales para que el derecho al voto no excluya a ninguna persona que forme parte de la comunidad sociopolítica. Que no se deje a nadie fuera. A los miembros de los ayuntamientos les requerimos asimismo que faciliten el empadronamiento de todas las personas que vivan en los municipios y ciudades con independencia de su situación habitacional. También que pongan el foco en el fortalecimiento de los servicios sociales municipales haciéndolos más accesibles a los vecinos y vecinas garantizando el acceso a las ayudas sociales para la cobertura de necesidades básicas en situación de pobreza. Concretamente en Málaga, consideramos prioritario el desarrollo de un plan local contra el sinhogarismo y que los representantes de la administración lleven a cabo una política municipal en el ámbito de la vivienda para el conjunto de la población, con especial atención a las personas que no pueden cubrir esta necesidad humana básica. En esta celebración de elecciones apostamos por la igualdad, reivindicamos mejoras en nuestros pueblos y ciudades y queremos que todas las personas que viven en ellas, independiente de su origen, puedan responder en las urnas.