La edad y el tiempo

Una de las características del tiempo es que, salvo en el tic-tac del reloj, los latidos del corazón o el transcurso del día, se le ve poco moverse. Prestando mucha atención y tomando alguna referencia se llega a ver moverse a la luna o al sol, que son los gestores del tiempo que están a cargo de nuestra sucursal de proximidad (el sistema solar), pero no es fácil. Sin embargo imaginar el tamaño del tiempo empieza a ser posible a partir de una edad. Por ejemplo, una vez que los primeros recuerdos claros que uno tiene están a más de 70 años se tiene una idea de lo que es ese periodo, y, la verdad, no es para tanto. A partir de ahí puede uno multiplicarlo por 10 y ya son 700, o por 30 y está ya al borde de la era, con Augusto combatiendo contra Ástures y Cántabros en sus montañas, mientras Tiberio, que sería jefe supremo de Pilatos, ensayaría todavía los manejos propios de la pubertad.

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