Cartas de los lectores

María Faes Risco

Escandalosos exhibicionistas de relojes

Antes, los ricos presumidos andaban rodeados de criados o en altos carruajes, lo que hacía difícil el despojarles de sus joyas. Hoy, aunque tenemos magníficos relojes que nos prestan múltiples servicios a precios no superiores a dos o tres cifras, cada vez abundan más, sobre todo entre los varones, los que quieren exhibir, incluso en la vía pública o en automóviles, unos relojes de 4, 5 y hasta 6 cifras. Esta moda proporciona trabajo a algunos ladrones e incluso a bandas especializadas que, al actuar, dañan a veces también la salud de esos exhibicionistas de su riqueza. «El pecado lleva su penitencia».