TRIBUNA

¿Con quién va a reunirse Pedro Sánchez?

Carles Puigdemont interviene en el Parlamento Europeo ante la mirada de Pedro Sánchez.

Carles Puigdemont interviene en el Parlamento Europeo ante la mirada de Pedro Sánchez. / EFE

Albert Sáez

Albert Sáez

El presidente del Gobierno sigue enredándose en la madeja de la versión ‘procesista’ del independentismo. Jordi Turull, lo que en tiempos del franquismo hubiéramos llamado el delegado de Junts en el interior, anunció que los «dos presidentes» se van a reunir en algún lugar en algún momento. Sumergidos en el marco mental del procesismo, todos interpretaron que hablaba de Pedro Sánchez y Carles Puigdemont. El primero, efectivamente, es presidente, en este caso del gobierno de España. El segundo, la tradición protocolaria de la Generalitat, en esto afrancesada, le sigue denominando ‘president’ como a Torra, Mas, Montilla, Maragall y Pujol. Pero no está claro que Sánchez se reúna con Puigdemont en su condición de expresidente. Entonces, ¿en qué condición se reúne?

Una parte importante de la sociedad catalana siente un respeto reverencial por Puigdemont al que considera el político que más se la ha jugado a favor de la independencia y el que más se ha resistido a constatar el fracaso de la manera cómo se administró políticamente el 1-O. Esa visión crea un vínculo que el resto de los catalanes no podemos hacer otra cosa que respetar, aunque no nos pueden exigir que lo asumamos como propio. En el marco institucional vigente y que Junts respeta cada vez que se presenta a las elecciones, Puigdemont ya no es el presidente de la Generalitat. Y tampoco Sánchez debería jugar a ese juego que gusta tanto al procesismo consistente en confundir los nombres y las cosas. Sus votantes en Catalunya no se lo merecen. No hay en la agenda otra reunión de presidentes que la que tendrán hoy jueves Sánchez y Aragonès. Y eso no es una chiquillería más entre Esquerra y Junts. Es la institucionalidad catalana vigente que le permitiría incluso reunirse con el jefe de la oposición y líder de la fuerza más votada, Salvador Illa, aunque no fuera de su mismo partido. Puigdemont optó por salir de España tras el 1-O. Es eurodiputado. Renunció a la presidencia de su partido ante el que no rinde cuentas. Renunció a la presidencia del Consell per la República, un organismo de la sociedad civil. Sánchez debería explicarnos con quién se va a reunir.

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