Málaga solidaria

Código en femenino: la oportunidad que merecemos

Mi nombre es Lidia, tengo 27 años y participo en el bootcamp Femcoders Málaga, una capacitación dirigida a mujeres desempleadas

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. / L.O.

Lidia Pérez García

En los últimos años, Málaga ha crecido mucho en el sector tecnológico. Grandes empresas nacionales e internacionales han elegido nuestra ciudad como hogar para desarrollarse. Estos nuevos puestos de trabajo en el sector tech serán cubiertos en su mayoría por hombres, pero estamos demostrando que el código también es femenino y podemos encontrar la oportunidad que merecemos. Mi nombre es Lidia, tengo 27 años y participo en el bootcamp Femcoders Málaga, una capacitación dirigida a mujeres desempleadas interesadas en el Desarrollo Web Full Stack, que impulsan la Asociación Arrabal-AID y Fundación Somos F5 incluida en el convenio de colaboración suscrito por Fundación Unicaja y Vodafone Innovation Hub para desarrollar proyectos sociales cuyo eje sea la transformación digital y la innovación social. Una formación completamente gratuita para mujeres, lo que la convierte en una oportunidad para quienes buscan cambiar su realidad pero carecen de los recursos necesarios.

Cuando mi amiga Elisa me mencionó la posibilidad de entrar en el curso, no me lo pensé: era el momento perfecto. Después de estudiar el Grado en Historia del Arte, sólo encontré trabajos de atención al cliente. Sin embargo, siempre sentí que había algo más para mí, algo que aún no había descubierto. Dejé mi trabajo de dependienta para estudiar un máster de Diseño Gráfico Digital y meter el pie en el mundo tech. Después me surgió la oportunidad de estudiar un curso de verano de Marketing Digital, otro paso más en el sector hasta culminar en este bootcamp de Desarrollo Web Full Stack, en el que siento que mis nuevos aprendizajes se complementan con todo lo anterior, y me permite seguir avanzando profesionalmente con una meta más clara.

Un bootcamp es algo muy intenso, una especie de sprint en el que parar es quedarse atrás. Las nuevas tecnologías y herramientas de programación, el aprendizaje en proyectos, los temas que preparamos para clase con pedagogía activa, las competencias transversales y las soft skills son un ejemplo de todo lo que hacemos en horario de clase con docentes y dinamizadoras de Arrabal-AID y también en nuestro tiempo libre, lo que nos acerca a un entorno laboral desde la aplicación de metodologías de trabajo en equipo.

A quien piensa en iniciarse en el mundo de los digital, le diría que no solo debe estar interesada en las condiciones laborales que ofrece. ¡El código te perseguirá hasta en sueños! Es mucho mejor si te gusta y lo disfrutas. En mi caso, llegando casi a la mitad del bootcamp, declaro que me siento más segura; atrás quedó el bache de «esto no es para mí» o el «no sirvo». El mundo de la programación demuestra que si te esfuerzas lo consigues y, aunque sea duro, vale la pena. Y eso es algo que me ha ayudado a mejorar no solo profesionalmente, también en lo personal.

Debemos aprovechar las formaciones con carácter profesional que ofrecen entidades y asociaciones, que hacen una labor social muy grande y son capaces de tejer alianzas con socios estratégicos como son Fundación Unicaja y Vodafone España. Por eso, animo desde aquí a todas las mujeres a que se conviertan en referentes para las nuevas generaciones. ¡Demostremos que la programación también habla en femenino! Un abrazo a mis compañeras y amigas FemCoders: llegaremos tan lejos como nos propongamos.