Opinión | La Bodeguilla

Un ring del ruido y el fuego cruzado

Alberto Núñez Feijóo, Pedro Sánchez y otros diputados en una sesión del Congreso de los Diputados.

Alberto Núñez Feijóo, Pedro Sánchez y otros diputados en una sesión del Congreso de los Diputados. / E. P.

A principios de este año, una encuesta sobre ‘Hábitos democráticos’ del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) reflejaba los elevados índices de preocupación existentes entre la ciudadanía, en relación a la polarización y el clima de confrontación reinantes en la política nacional. Este sondeo del organismo demoscópico del Gobierno de España indicaba que la coyuntura actual inquietaba, prácticamente, a la totalidad de los andaluces. En concreto, el 95% de los encuestados en esta comunidad autónoma pedía que se hiciera algo para reducir la crispación política existente en esos momentos en ‘la piel de toro’. Y, unos meses después, la situación contra la que se clamaba en ese estudio de opinión lo único que hace es empeorar. Este detalle, como tantísimos otros, proyecta la enorme distancia que en muchas ocasiones media entre lo que la gente demanda y lo que la élite política hace.

Este es uno de los múltiples mensajes negativos que lanza todo lo que está aconteciendo estas últimas semanas en el madrileño Congreso de los Diputados, convertido en un auténtico ring del ruido y el fuego cruzado. En un ágora distorsionada que improvisa una lamentable antología de las acusaciones sobre corrupción. Sobre todo, entre las poderosas bancadas que le dan sentido a la hegemonía del bipartidismo mientras escenifican una ceremonia que, por desgracia, a este país no le resulta desconocida.

Pasa el tiempo y ciertos tics o situaciones se repiten bajo la corriente del río de Heráclito. Pueden cambiar los protagonistas, los temas o las palabras, pero todo sigue prácticamente igual. Normalmente, se derraman hectolitros de tinta hasta que, de repente, todo vuelve al cajón. Y aquello de lo que tanto se hablaba pasa a levitar en cierto limbo y las denuncias de sus señorías invocan el soniquete infantil del ‘a otra cosa, mariposa’.

Un bumerán para Bendodo

A la primera línea de los debates parlamentarios que vomitan los informativos se ha asomado estos últimos días el diputado malagueño del PP Elías Bendodo, a quien se le ha visto liderar la representación de su partido en la comisión de investigación abierta sobre el ‘caso Koldo’. Además, Bendodo está participando activamente en la estrategia del PP que pretende situar a la mujer del presidente Pedro Sánchez, Begoña Gómez, bajo los focos de la misma trama de corrupción. Incluso, el malagueño tuvo un papel estelar el pasado miércoles en el pleno del Congreso. Pero la ministra de Defensa, Margarita Robles, le devolvió el bumerán. Bendodo apuntó a posibles vínculos de Robles con ‘Koldo’ y ella le replicó remitiéndose a una investigación de la Fiscalía Anticorrupción por la adjudicación de contratos exprés de la Junta de Andalucía en la pandemia, cuando Bendodo era consejero de Presidencia, Administración Pública e Interior: «Yo no voy a caer como usted, lo siento, pero explique lo que hacía con las mascarillas y cuando usted lo explique, yo le diré con mucho orgullo lo bien que se trabaja en el Ministerio de Defensa», le trasladó Robles.

Dado que ambos partidos libran otra guerra en las comisiones de investigación, un día después se supo que en la lista de comparecientes que iba a pedir el PSOE figuraban Bendodo y el presidente andaluz, Juanma Moreno, entre otros miembros de la Junta. El tema lo sacó el propio Bendodo el viernes en una de sus comparecencias de casi todos los fines de semana en Málaga. Se refirió en todo momento a la investigación como «caso PSOE». Y acusó al adversario de convertir la comisión en «el camarote de los hermanos Marx», para desviar la atención citando a varios gobiernos autonómicos y a personas sobre las que, según subrayó, no cae «la mancha de la corrupción».