El Cristo del Amor es uno de los referentes indispensables en la Semana Santa marbellí, por muchos motivos, pero probablemente uno de los principales es que hace años que la hermandad es reconocida por su tradición de liberar un preso cada Jueves Santo. Sin embargo, no han podido hacerlo los últimos cuatro y tampoco este Jueves Santo, el quinto consecutivo.

El Consejo de Ministros no aprobó la liberación del reo, porque, según el hermano mayor, Antonio Belón, la documentación no llegó a tiempo. Ahora esperan cumplir esta tradición en abril, cuando se cumple el 70º aniversario de la hermandad.

Lo que sí ocurrió es que salieron los tres de la ermita de Santiago, ubicada en plena plaza de los Naranjos y emblema de la ciudad y que pasa por ser el templo más antiguo de Marbella y una de las edificaciones más señeras.

A las ocho de la tarde, con las puertas del templo ya abiertas, empezó a vislumbrarse en la puerta principal el trono que portaba la imagen del Santísimo Cristo del Amor, imagen que data de 1989 y cuyo autor es Juan Manuel Miñarro. El trono es obra de Francisco Palma Burgos, aunque restaurado por Rafael Ruiz Liébana.

La hermandad lució sus túnicas de terciopelo rojo, botonadura dorada, cíngulo blanco y capirote en raso blanco. El Cristo iba acompañado por una treintena de mantillas y un centenar de nazarenos, lo portaban 75 hombres de trono y, en el apartado musical, la Banda y escuadrón de la Hermandad de antiguos caballeros legionarios de Torremolinos.

El desfile procesional seguía con la imagen de San Juan Evangelista, con la música de la Agrupación de la Pollinica, y cerraba el cortejo la Virgen, acompañada de la Banda de Música «La Lira» de Iznájar, que estrenó una pieza compuesta para la ocasión, titulada Reina de la Caridad.