El Martes Santo en Antequera suena a saetas, a Nuestro Padre Jesús del Rescate conocido entre sus devotos como el moreno de la Cruz Blanca. El sol volvió a brillar por segunda jornada consecutiva en la Semana Santa de la ciudad de los Dólmenes de tal forma que, desde la tradicional eucaristía del mediodía, los devotos de esta hermandad preparaban sus mejores galas para salir a la calle pasadas las siete y media de la tarde.

De manera puntual, los sagrados titulares de la cofradía hacían su salida de la iglesia de la Trinidad. Centenares de personas abarrotaban la plaza demostrando que el Señor del Rescate sigue siendo una de las imágenes con más devotos de la Semana Santa antequerana y con más fieles alumbrando en su recorrido procesional. Esto hecho hace que María Santísima de la Piedad encabece el cortejo un año más, para así dar mayor organización al cuerpo procesional, algo excepcional que sólo ocurre en esta cofradía del Martes Santo y que su directiva adoptó hace unos años.

La difícil salida por las escalinatas de la iglesia de la Trinidad precedió al encuentro entre los tronos en plena Cruz Blanca. La Virgen estuvo acompañada por la banda de música Cruz de Humilladero, mientras que el Rescate se meció junto a las marchas de la Banda de Cornetas y Tambores María Santísima de la Victoria de Málaga. La imagen de Nuestro Padre Jesús del Rescate, de autor anónimo y datada en1935, continúa con el proyecto del nuevo trono del Señor que este año presenta en su totalidad el tallado del trono, realizado en los Talleres Ortiz Jurado de Córdoba, con la mesa de trono marmoleada por Manuel Cruces. Además, el cortejo procesional se compuso especialmente de un gran número de mantillas y nazarenos que acompañaron a los titulares de la cofradía. En la Cruz Blanca se produjo uno de estos mágicos momentos, en una noche caracterizada por el canto de múltiples saetas.

Pasada la medianoche del Martes Santo, la Cofradía del Rescate llegaba de nuevo a su templo para despedirse de las calles de Antequera hasta el próximo año y bajo la atenta mirada de centenares de devotos, de la localidad y llegados desde todos los puntos de la geografía española, que no dudaron en aplaudir la entrada de las imágenes en la iglesia de la Trinidad.

La hermandad conmemora además este año el vigésimo aniversario de la restauración de la imagen de Virgen de la Piedad por parte de Antonio Dubé. Así, los cofrades despidieron un año en el que de nuevo el tiempo y la devoción acompañó, pensando ya en la próxima salida procesional tras una estación de penitencia que queda ya para el recuerdo.