Mena

Traslado del Cristo de la Buena Muerte: marcialidad, realeza y oración

La reina emérita doña Sofía presidió el traslado del Cristo de la Buena Muerte, que tuvo como protagonista a la Legión, con la que mantiene lazos inquebrantables 

Miguel Ferrary

Miguel Ferrary

El cielo vestía de gris, pero el verde oliva se impuso en el entorno de Santo Domingo. Si el desembarco de la Legión en el Puerto de Málaga había sido bajo una intensa lluvia, en el traslado se quedó en amenaza, como tanto está ocurriendo esta Semana Santa

Este año se realizaba el traslado con un protocolo más estricto, ya que la presencia de la reina emérita doña Sofía, acompañada de su hermana Irene de Grecia, alteró ligeramente el programa. La llegada de doña Sofía a la plaza se hizo entre aplausos. Entró en la iglesia de Santo Domingo, donde pudo ver de cerca al Cristo de la Buena Muerte y recibir la medalla de la congregación. Además firmó en el libro de oro de la entidad.

El traslado de la Legión del Cristo de la Buena Muerte de Mena, en imágenes

La reina Sofía presidió el traslado de Mena / Álex Zea

Fuera, llegaba la escolta para el Cristo de la Buena Muerte con la banda de guerra y efectivos del IV Tercio de la Legión ‘Alejandro Farnesio’. Tras recibir el estandarte orlado del Cristo de la Buena Muerte para su custodia durante este año, comenzó el acto de traslado.

Entronización

Las botas militares sobre el suelo de mármol de Santo Domingo retumbaban en el silencio de la plaza. Todo el mundo miraba a la puerta de la Iglesia. Un pasillo de honor con los banderines y guiones legionarios esperaba el paso del Cristo, a hombros de una escuadra de gastadores. La banda empezó a tocar la música que tantos malagueños se saben de memoria desde pequeños, ‘El novio de la muerte’. Cuatro minutos de canción a todos pulmón cantada por legionarios y malagueños como si fueran uno. Mientras, el Cristo era llevado al ritmo de la música por la plaza, para situarse en el Centro. 

Así ha sido el traslado del Cristo de la Buena Muerte, este Jueves Santo de 2024

Miguel Ferrary

Una vez allí, de nuevo el silencio. Toque de corneta y se presenta el Cristo mientras se tumban los guiones hacia Él, en homenaje a los fallecidos y con especial mención al sargento Espíldora, que había participado en el traslado en años anteriores.

El arzobispo emérito de Pamplona, Francisco Pérez, dirigió una palabras a los presentes en las que destacó la importancia de la redención y el perdón, así como de saber afrontar las dificultades a través de la fe. Tras rezar el Padre Nuestro y un Ave María, bendijo a los presentes.

Así el acto entró en su fase final. El Cristo fue llevado por los legionarios a hombros hasta la casa hermandad, donde fue entronizado. Una vez en el trono, los legionarios cantaron el Himno de la Legión y recitaron el credo legionario, poniendo fin al traslado. 

El traslado de la Legión del Cristo de la Buena Muerte de Mena, en imágenes

El traslado de la Legión del Cristo de la Buena Muerte de Mena, en imágenes / Álex Zea

Desembarco

La llegada de la Legión al Puerto de Málaga se ha convertido en todo un acontecimiento los Jueves Santo a primera hora. Gente desde las cinco de la mañana cogiendo sitio, termos de café para aguantar la espera, abrigos y paraguas, por si acaso. Y en el Puerto hizo falta. El desembarco se hizo sobre una manta de agua que, sin embargo, no restó solemnidad al acto.

Como es tradición, los legionarios entonaron 'El novio de la muerte' durante las maniobras de aproximación al dique de Levante en el buque Contramaestre Casado. En el muelle les esperaban doña Sofía y su hermana Irene de Grecia, acompañadas por el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre; la consejera de Economía, Hacienda y Fondos Europeos, Carolina España, y el Jefe de Estado Mayor del Ejército de Tierra (JEME), General Amador Enseñat y Berea, entre otras autoridades militares, civiles y religiosas.

El descenso del barco de realizó con presteza y las tropas formaron en el muelle, donde tras el saludo a las autoridades comenzaron a desfilar por el Centro en dirección a la plaza de la Legión, junto a Santo Domingo y donde se iba a realizar el traslado.