Martes Santo

Rocío el Martes Santo: cuando la bandera de Málaga es blanca y morada

Una marea de nazarenos morados y blancos, orgullo de la Victoria, toma el Centro de Málaga con juventud y buen hacer

María Santísima del Rocío, a pulso en la Tribuna de los pobres un Martes Santo después de tres años

Isabel Cisneros

Miguel Ferrary

Miguel Ferrary

“Mira, tengo la cesta llena de estampas”. Quien comenta esto es Gonzalo, monaguillo que va delante del trono del Rocío. A su alrededor muchos vecinos de la Victoria se han acercado a ver la salida de su ilustre vecina y su Hijo, que van a regalar al resto de Málaga el privilegio de una presencia que los victorianos disfrutan en su día a día.

Paula y Lucía, dos jóvenes vecinas, ya tienen sus estampas. Pero antes han saludado a Carmen, una amiga que va en la sección del Nazareno, y a Nayma, monaguillo con el Señor. La procesión del Rocío en la Victoria es algo más que los tronos en la calle. Es encuentro, vecindad, amistad y cariño. Hombre de trono que saludan a su familia. La búsqueda de la hija, sobrino o primo entre los nazarenos -“te he conocido por los ojos”-. Es levantar la mano, pero no para dársela al primer nazareno que pasa, sino para saludar al familiar o al amigo. Es un barrio que procesiona.

Las filas de nazarenos llenan el Altozano de morado y blanco mientras avanzan en los primeros compases de la procesión. Si la salida está llena de familia, amigos y vecinos, el resto del recorrido sigue estando lleno, pero de malagueños que no se quieren perder el momento de ver al Nazareno de los Pasos y a la Virgen del Rocío. La vista por la bajada en Mariblanca, Álamos y Carretería permite ver un mar de cabezas alrededor del cortejo, con las largas filas moradas y blancas abriendo el camino al Nazareno y la Virgen. Las amplias filas de nazarenos dibujaban el color de la tarde del Martes Santo.

Rocío | Martes Santo de la Semana Santa de Málaga 2023

Ignacio A. Castillo

La curva de entra en Álamos de ambos tronos se realizó suave y al ritmo de la música, tras unos primeros tramos a tambor por lo complicado que es bajar la cuesta de Mariblanca. El Nazareno lo hizo con la marcha “Por tu sangre derramada”, interpretada por la AM De la Vera+Cruz de Campillos. Paso muy lento, maniobra perfecta en el giro y el Nazareno llega con elegancia al Centro, plantándose en Alamos y enfilando Carretería.

Rocío I Martes Santo de la Semana Santa de Málaga 2023

El Nazareno de los Pasos / Eduardo Nieto

Con “Macarena”, soberbiamente interpretada por la Banda de Música del Rocío (¡cómo está creciendo esta banda!), el trono del Rocío hizo lo propio en la salida de Mariblanca, maniobra compleja que fue dirigida por los capataces con precisión: “Así entra la Virgen del Rocío en el centro, de puntillas”, señalaba un cabeza de varal mientras se mantenía un paso corto.

Rocío I Martes Santo de la Semana Santa de Málaga 2023

Rocío I Martes Santo de la Semana Santa de Málaga 2023 / Eduardo Nieto

Tribuna de los Pobres

Poco después llegaría el encuentro con el pueblo en la Tribuna de los Pobres. Desde 2019 sin poder vivir está momento. Primero la pandemia y el año pasado con la lluvia que los dejó sin salir. Mucha gente esperaba y más gente se quedó fuera cuando la Policía Local empezó a despejar el espacio. No sé si por la presencia del alcalde de Málaga o por la moda del ‘aforo’. Pero lo cierto es que el Domingo de Ramos se vivió de forma diferente el paso del Prendimiento ahí. Con bulla, con cercanía. Viviendo el momento. Este Martes Santo se vivió aforado y separado. Lo único, es que estas dos devociones son tan grandes que superan eso.

El paso de los tronos del Nazareno y de la Virgen del Rocío por la calle Echegaray se ha convertido en un imperdible del Martes Santo. Una hora antes de que la cruz guía se plantara allí, ya había decenas de personas sentadas en el suelo y cogiendo sitio. Hay poco espacio y está muy cotizado. Música, mecidas, pasos, incienso, aplausos… aquellos privilegiados que han podido entrar en la calle, disfrutaron de un momento único.

Lo que es esta cofradía en la calle es impresionante. Las filas de nazarenos de morado y blanco, largas, interminables, con una cantera inquieta. La comunión con su barrio, el gusto en cada cosa que hace y plantea en la calle, cómo la Virgen ha ganado en presencia y el trono del Nazareno es una delicia en la calle. La música… Se puede seguir y no parar.

Y no cabe duda de que la cesta de estampas de Gonzalo acabará vacía la noche de este Martes Santo.