Interconexión de redes

Los ingenieros proponen construir una cañería para trasladar agua del Ebro a Barcelona

A día de hoy, Tarragona recibe agua del Ebro a través del minitrasvase que conecta las cuencas del Ebro (titularidad de la CHE, la Confederación Hidrográfica del Ebro) con las cuencas internas (titularidad de la ACA, la Agència Catalana de l'Aigua)

Conducciones del trasvase Tajo Segura.

Conducciones del trasvase Tajo Segura.

Guillem Costa

Ingenieros y economistas de Cataluña reclaman trasladar agua del Ebro a Barcelona para aliviar la actual sequía y también los futuros episodios de escasez. El observatorio del agua formado por los colegios de ingenieros de caminos, ingenieros industriales, ingenieros agrónomos y economistas ha llegado a esta conclusión tras analizar las posibles soluciones a la crisis hídrica.

"Pese al éxito de la desalinización y la regeneración, hoy volvemos a tener sobre la mesa la posibilidad de que lleguen barcos cargados de agua", afirma Carles Conill, presidente de la comisión de agua del Col·legi d'Enginyers de Camins, Canals i Ports de Cataluña. "No se ha hecho todo lo que se debía hacer y necesitamos dar resiliencia y flexibilidad al sistema", añade.

De las muchas propuestas que ofrecen los ingenieros, la más llamativa, y posiblemente también la más polémica, es conectar el CAT (Consorci d'Aigües de Tarragona) con el sistema de abastecimiento ATL (Ens d'Abastament d'Aigua Ter Llobregat).

Cañería de 65 kilómetros

A día de hoy, Tarragona recibe agua del Ebro a través del minitrasvase que conecta las cuencas del Ebro (titularidad de la CHE, la Confederación Hidrográfica del Ebro) con las cuencas internas (titularidad de la ACA, la Agència Catalana de l'Aigua). En total, el actual acuerdo de trasvase permite enviar a la red de abastecimiento de Tarragona hasta 4 metros cúbicos por segundo. Sin embargo, la realidad es que no están superando los 2 m3/s.

Ante esta situación, el observatorio plantea llegar a los 4 m3/s para enviar agua al sistema Ter-Llobregat, que abastece al área metropolitana de Barcelona. Es decir, no se trasvasaría más agua procedente del Ebro de la que ya está permitido trasvasar. La diferencia es que, en lugar de abastecer solo al ámbito de Tarragona, el agua se usaría también en territorio metropolitano.

¿Cómo se trasladaría el agua? La idea de los ingenieros es construir una cañería de 65 kilómetros de largo que enlace Constantí (Tarragonès) con Olèrdoles (Alt Penedès), que ya forma parte del sistema Ter-Llobregat. Para hacerlo, instan a la Administración a recuperar, de urgencia, un proyecto de 2008 liderado por Agbar. La cañería sigue el recorrido de la autopista AP7 y se podría construir en fases, puesto que ya existe una tubería que cubre los primeros 32 kilómetros del camino. A lo largo de la conexión, habría tres estaciones de bombeo, ya que dos terceras partes del recorrido funcionarían a través del bombeo (en los tramos restantes, el agua avanzaría por la fuerza de la gravedad).

18 meses

La comisión de los cuatro colegios que ha estudiado esta infraestructura asegura que podría estar construido dentro de 18 meses y que costaría unos 300 millones de euros. Para cumplir con estos plazos, se debería licitar el proyecto por emergencia y modificar la actual ley que dicta que el agua del Consorci d'Aigües de Tarragona (CAT) no puede rebasar los límites geográficos de este ente de abastecimiento.

Albert Vilalta, miembro del colegio, se muestra convencido de que el proyecto facilitaría el acceso al agua por parte de Barcelona, pero advierte de que se debería usar solo en situaciones graves: "Solo funcionaría en casos de emergencia y sería una solución más a la que recurrir durante las sequías".

El razonamiento es el siguiente: ¿Si en emergencia se habla de traer agua en barco procedente de Tarragona, por qué no construir una cañería (más barata que los barcos) que permita tener al alcance esta misma solución? Insisten en que este "corredor del agua", así denominan la infraestructura, no implicaría trasvasar más agua del Ebro de la que se trasvasa a día de hoy.

Más conexiones

En total, se podrían trasladar a Barcelona unos 50 hectómetros de agua al año. "Esta sería solo una solución más, pero en paralelo, se debe seguir avanzando en el aumento de la regeneración y la desalinización, con las nuevas plantas", señala Vilalta.

"Cada crisis hídrica ha servido para poner en marcha nuevas soluciones. En el 85, el ministrasvase a Tarragona fue una realidad. En 2008, se evidenció la necesidad de desalinizar. Y esta vez, estamos apostando por la regeneración, pero aún necesitamos más", precisa el ingeniero. Si saliera adelante, la conexión se construiría siguiendo criterios ambientales y podría ser reversible.

El grupo de trabajo que ha llegado a esta conclusión también propone seguir avanzando en el cumplimiento de los acuerdos del Ter, donde se explicita que cada vez tiene que usarse menos agua del Ter en Barcelona. Sin embargo, no descartan usar agua del Ter para el sistema Fluvià-Muga, más al norte, en el Alt Empordà: "Sin el trasvase del Ter, el desarrollo del área metropolitana no sería el mismo y sin el trasvase del Ebro a Tarragona, las poblaciones beneficiadas tampoco hubiern podido crecer en actividad económica como lo han hecho".

A día de hoy, la propuesta de nuevos trasvases no está sobre la mesa (ni el Gobierno ni la Generalitat la plantean). Por esta razón, los ingenieros apuestan por aprovechar un minitrasvase existente e interconectar cuencas para usar una agua del Ebro que no se está consumiendo en Tarragona y que se puede aprovechar para abastecer a Baercelona y alrededores. El observatorio también abre el debate sobre el modelo territorial: "Hay demasiada gente viviendo en una misma parte de Catalunya, lo que es poco sostenible". Con la propuesta de interconectar redes, pretenden generar un consenso que asegure el agua durante los próximos 30 años.