Violencia machista

La directiva europea contra las violencia hacia las mujeres pende de un hilo: cuenta atrás para convencer a Francia y Alemania

La Fundación Mujeres pide al Gobierno que presione a los estados reticentes para su aprobación

Elena Valenciano, presidenta de la Fundación Mujeres.

Elena Valenciano, presidenta de la Fundación Mujeres. / Cedida

María G. San Narciso

El 9 de febrero es la fecha límite para que salga adelante la directiva contra la violencias hacia las mujeres. La idea inicial es que el texto imitara a la ley española del ‘sí es sí’ y tipificase como delito en toda la UE el sexo no consentido pero, más de año y medio después de que la Comisión Europea presentara la propuesta, y siete meses después de que se iniciaran las negociaciones interinstitucionales, varios gobiernos, con Alemania y Francia a la cabeza, siguen sin estar de acuerdo. Con la cuenta atrás puesta en marcha, parlamentarias y asociaciones feministas de toda la Unión Europea no pierden la esperanza. Como la Fundación Mujeres, que pide al gobierno de España que hagan presión para que, al fin, sea una realidad.

Elena Valenciano, presidenta de la Fundación Mujeres, considera que ahora mismo, y teniendo en cuenta que quedan apenas dos semanas, solo hay dos opciones encima de la mesa: o que la directiva no se apruebe o que salga adelante de forma incompleta.

Para ellas, que su aprobación se frustre es el peor escenario posible. Todos los sondeos que tienen a mano para las elecciones de junio, asegura Valenciano, "apuntan a que habrá un avance de grupos de derecha y extrema derecha" que ocuparán las sillas de la próxima legislatura del Parlamento Europeo, por lo que temen que quede totalmente paralizada. Así que apuestan por la segunda: una directiva en la que no entre la violación, cuya definición es "el escollo fundamental", pese a ser "la misma que está incluida en el Convenio de Estambul", ratificado por todos esos países que ahora se oponen.

Además de los países tradicionales, "Francia y Alemania rechazan esa definición y traslación a sus Códigos Penales". Otros 13 países sí estarían a favor. Polonia también podría unirse.

La definición de la violación, el principal escollo

El informe aprobado por el Parlamento Europeo, y que fijaba su postura para negociar con el Consejo de la Unión Europea, busca unificar el delito de la violación basándose en que el consentimiento y en el "sólo sí es sí", es decir, que se considere a nivel europeo como violación un acto sexual sin consentimiento explícito. "Muchos Estados miembros siguen exigiendo el uso de la fuerza, amenazas o coacción para el delito de violación. Otros se basan únicamente en la condición de que la víctima no haya consentido el acto sexual. Solo este último enfoque logra la plena protección de la integridad sexual de las víctimas", recuerdan en el texto.

Ante tal escenario, Fundación Mujeres, y otras tantas asociaciones feministas europeas, consideran que es más favorable que se apruebe la directiva sin incluir la violación, recordando en su título que no están recogidas todas las formas de violencia. No son del todo optimistas: la presidencia belga del Consejo de la Unión Europea ni siquiera ha incluido este asunto entre sus prioridades. Pero, para eso, han pedido ayuda al gobierno de España para que presione a los estados contarios.

"Creo que hay margen para la presión. Hay margen para la denuncia y hay margen para negociar", ha asegurado Valenciano, recordando que "estamos en tiempo de descuento". "Es exigible que el gobierno español, que tiene mucho prestigio en términos de sus políticas de igualdad, y cuya presidencia europea ha coincidido con un momento complicado, influya ahora ante el gobierno francés y alemán para que no se den un paso atrás", ha señalado. Sobre todo cuando, cada semana 50 mujeres son asesinadas por violencia de género en la Unión Europea.

20 años de lucha

La propuesta de directiva llegó después de dos décadas de insistencia por parte de organizaciones de mujeres feministas y muchas parlamentarias europeas.

Al fin, el el año 2022, la Comisión se comprometió a presentar un proyecto de directiva, con Ursula von der Leyen anunciando que introduciría la violencia de género dentro de la reforma del artículo 83 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea para introducir nuevos eurodelitos, como el tráfico de armas o de personas. Ahora, a sólo 16 días de la disolución del Parlamento, la directiva pende de un hilo.