Todos los países costeros deben incluir una estrategia de biodiversidad marina en sus planes de acción nacional. Así lo indica el segundo libro blanco que, centrado en la protección de los ecosistemas marinos, verá la luz durante la Conferencia del Decenio de los Océanos que tendrá lugar en abril en Barcelona, coordinada por la Comisión Oceanográfica Intergubernamental de la UNESCO. 

Según el documento, el 1 de enero de 2027 todos los países costeros deberían haber iniciado el proceso de redacción para integrar la estrategia de biodiversidad marina en su Estrategia y Plan de Acción Nacional sobre Biodiversidad (NBSAP).

Concretar medidas

El documento indica que para asegurar un desarrollo sostenible, el uso del océano y sus recursos debe ser ecológicamente equilibrado. Apunta además a la necesidad de concretar e implementar medidas específicas para cumplir con el objetivo proteger el 30% de los ecosistemas y restaurar los degradados, como se estableció en la cumbre de biodiversidad de Montreal (Canadá), lo que se traslada también al océano, cuyo papel es vital para el equilibrio del planeta.

Un aspecto esencial es contar con datos que muestren y permitan entender la situación del océano, “que es muy grande y profundo”, remarca el coordinador del equipo de expertos que ha trabajado en el documento, Fran Muller-Karger. Encargado de presentar el borrador para su discusión entre todos los agentes interesados, Muller-Karger explica que hay que contar con las comunidades locales de los distintos puntos del planeta, para recopilar la información recogida y volcarla en bases de datos accesibles, así como métodos de monitoreo y gestión comunes, en un esfuerzo de coordinación a nivel local, regional y de todos los países para lograr un impacto global.

Marco común en 2026

“Es necesario publicar los datos para que estén al alcance y tomar decisiones”, remarca el coordinador, para quien uno de los retos es lograr un trabajo científico “más conectado” y en dirección a los objetivos que se establezcan. 

El documento indica que en julio de 2025 la Década de la ONU debe haber identificado cuáles son las variables de vida marina y ecosistemas claves para el desarrollo sostenible; y en enero de 2026 debe establecerse el marco común para llevar a cabo la observación de datos de prioridad global de forma coordinada, para que en 2027 cada país lo integre en sus planes sobre biodiversidad y aplique las medidas necesarias.

150 expertos

Desde hace más de un año, más de 150 expertos trabajan en la elaboración de una estrategia para preservar el océano que se plasmará en los diez libros blancos que quieren responder a los principales retos, que se interrelacionan entre ellos: la contaminación marina; la protección del ecosistema; el cambio climático; la economía oceánica sostenible; los alimentos azules sostenibles; la construcción de comunidades resilientes; observaciones, datos y Sistemas de Pronóstico y Alerta Temprana ante desastres; desarrollo de capacidades, alfabetización oceánica y conocimiento indígena y local; y patrimonio cultural.