La vista por el crimen de Ana Enjamio arrancó esta tarde alrededor de las 16.00 horas. Tras las cuestiones previas, el procesado comenzó a declarar. A preguntas de la Fiscalía, César Adrio,ex pareja y compañero de trabajo de la joven ingeniera, afirmó que tras la cena de trabajo, el 16 de diciembre de 2016, se fue a su casa tras encontrarse mal. "Estuve con ella a la llegada a la cena y luego al acabar, con las copas; cuando la Policía en comisaría me acusó del crimen me quedé en shock, me parecía surrealista".

El acusado, quien reconoció haberse llevado el teléfono de la joven durante un viaje a Portugal, admitió una relación intermitente con la joven, a quien asegura le escribió una nota de suicidio con este lema: "Ana, perdoname, sabes te quería tanto, no lo pude soportar". "Me quise cortar las venas, sí".

A preguntas de la fiscal, quien afirmó que su relato "no es el mismo que ofrecido en otras declaraciones", el acusado negó rotundamente su implicación en el crimen. "No maté a Ana, no tengo ni idea. Nunca me habló de nadie, no era una persona miedosa".

El acusado explicó, según su versión, cómo era la relación que mantuvo con la joven: "Estuvimos juntos desde diciembre de 2015 como amantes y después desde febrero de 2016 ya como pareja hasta julio de ese año. En esa ocasión, Ana dijo que prefería hacer una pausa y pensar; que tenía dudas. Yo estuve de acuerdo", relató Adrio, a la vez que reconoció el acercamiento de la joven con su novio de toda la vida, Samuel. "Ella retomó la amistad con él, sí, pero nosotros tuvimos una relación clandestina".

Con la intención de "enemistar" a los jóvenes, llegó a enviarle al ex novio de Ana fotos juntos pero por "equivocación". "No me molestaba su relación pero no me parecía correcto que hiciera era relación paralela. Le escribí un mensaje a Samuel y le dije que teníamos una situación a tres con Ana con la intención de enemistarlos", aseguró César Adrio.

En la sala donde en las próximas semana discurría este crimen, se exhiben un par de zapatos y una chaqueta, prendas que llevaba supuestamente el acusado durante la cena anterior al crimen de Ana, si bien ha reconocido que no era así. "La Policía me dijo que lo mejor era que confesase porque sabían que había sido yo, así que señalé otra chaqueta que la que llevaba porque si hubiera dicho que había perdido me llevaban directamente a la cárcel. La cazadora me la robaron cuando me paré a vomitar".