Sentencia por inmigración clandestina

Cárcel por cobrar 8.000 euros por traer a niños escondidos desde África a Castellón

La red de tráfico de personas ocultaba a menores en los bajos de camiones o los llevaba en patera

Cuatro agentes de Policía Nacional vigilan el puerto de Santander en una imagen de archivo.

Cuatro agentes de Policía Nacional vigilan el puerto de Santander en una imagen de archivo. / ROMÁN G. AGUILERA

Una red de inmigración clandestina vinculada a Castellón ha sido condenada a penas que suman 22 años y medio de prisión por introducir a menores de edad, procedentes de Marruecos, en España. Los doce sentenciados deberán cumplir condenas que van desde una pena de multa, en los casos con una implicación menor, hasta siete años de cárcel --en el caso de los cabecillas de la trama-- por delitos continuados contra los derechos de los ciudadanos extranjeros, cometidos por una organización criminal y con riesgo para la vida e integridad de las personas, tal y como recoge la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Asturias (órgano que ha enjuiciado el caso al estar implicadas varias provincias) a la que ha tenido acceso este diario.

Según recoge el documento judicial, los adolescentes llegaban en el 2017 y el 2018 a la península por vía marítima o terrestre. 

Estos menores viajaban ocultos en bajos de camiones, o bien pasando el Estrecho de Gibraltar en embarcaciones que solían ir sobrecargadas y que podían ser zodiacs, pateras o barcos pesqueros, como detalla la sentencia.

Una parte, a nado

La red también utilizaba motos de agua en las que a veces viajaban dos adolescentes y el piloto, llegando a hacer a nado los polizones los últimos metros que les separaban de la costa española. Por estos servicios clandestinos, los menores pagaban precios que oscilaban entre los 2.500 euros por entrar por vía marítima a los 8.000 euros por acceder por vía terrestre –al ser esta última una manera supuestamente más segura que la marítima, extremadamente peligrosa--.

Tal y como establece la sentencia del TSJ de Asturias, los condenados captaban a los menores en Marruecos, organizaban el cruce por el Estrecho y, una vez en España, los polizones eran trasladados al lugar asignado por la organización. Una vez ingresaban en un centro de menores, les hacían un seguimiento y control para que pudieran quedarse en la citada instalación hasta su mayoría de edad y, a partir de ese momento, regularizar su situación.

Los adolescentes eran documentados como menores no acompañados (menas) por la Administración y derivados a centros de extranjeros. Sin embargo, si a su llegada a España eran interceptados por los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad y trasladados a centros de Andalucía, los menores se fugaban con la ayuda de miembros de la red y eran conducidos a la mitad norte del país.

Establecidos en la provincia

Por lo que respecta a Castellón, varios de los miembros de la organización criminal residían en la provincia, lugar donde también ocultaron a algunos de los inmigrantes clandestinos en el marco del modus operandi de la red.

El pasado mes de abril la Policía Nacional firmó una de las mayores operaciones de los últimos tiempos contra la inmigración clandestina. Los agentes desarticularon una red y detuvieron a 145 personas de diversas nacionalidades por presuntos delitos de grupo u organización criminal, favorecimiento a la inmigración clandestina, fraude a la Seguridad Social y falsedad documental.

La trama no solo realizaba uniones ficticias, sino que también facilitaba contratos de trabajo fraudulentos para recibir prestaciones.