Biología Animal

Hay murciélagos que practican una especie “sexualidad tántrica”

El apareamiento puede durar hasta 13 horas y no hay penetración vaginal, solo un abrazo copulador

Un serotino común (Eptesicus serotinus).

Un serotino común (Eptesicus serotinus). / © Olivier Glaizot.

Eduardo Martínez de la Fe

Eduardo Martínez de la Fe

Hay murciélagos que consiguen la fecundación de una forma insólita entre mamíferos: sin penetración vaginal. Un alargado brazo copulador presiona durante horas la vulva de la hembra sin llegar a la eyaculación. Es un misterio cómo los espermatozoides llegan al tracto reproductor.

Hasta ahora se ha observado que la reproducción de los mamíferos se basa en la cópula con la introducción del pene del macho en la vagina de la hembra. Pero ahora los biólogos han descubierto que no siempre es así: hay especímenes que practican una especie de sexualidad tántrica.

El sexo tántrico procede del antiguo hinduismo y representa una forma de sexualidad humana que profundiza la relación amorosa de una pareja y no se limita sin más a la cópula que conduce al orgasmo.

Observaron a una especie de murciélago insectívoro de gran tamaño que vive en Europa, Oriente Medio y Asia Central, conocida como Eptesicus serotinus, el serotinus común, de la que se sabe poco sobre sus modos de reproducción: varían mucho entre las 1.400 especies de murciélagos conocidas.

Apareamiento insólito

Lo primero que han descubierto es que su apareamiento es completamente insólito en la naturaleza, porque no hay penetración del pene en la vagina, lo que revela un nuevo patrón copulador en los mamíferos.

Hay otras particularidades en este encuentro. Lo que más lo asemeja al sexo tántrico es su duración: hasta casi trece horas seguidas puede permanecer unida la pareja de estos murciélagos durante el acto sexual.

Una segunda particularidad: cuando está erecto, el pene es siete veces más largo que la vagina y representa aproximadamente el 22% de la longitud cabeza-cuerpo del animal. Además, tiene una especie de hinchazón terminal en su extremo, eso sí en forma de corazón, que es siete veces más ancha que la apertura vaginal. Por eso la penetración física para conseguir la fecundación es físicamente imposible.

Fecundación misteriosa

Ese diseño natural no impide que la fecundación se produzca: aunque los científicos han conseguido averiguar algo sobre ese misterio, no lo han aclarado del todo.

Para observar la cópula, los científicos se valieron de cámaras estratégicamente situadas en el ático de una iglesia en los Países Bajos y en un centro de protección de murciélagos en Ucrania. Así pudieron observar hasta 93 cópulas de un centenar de parejas.

Lo primero que apreciaron es que en esta sexualidad el pene sirve como "brazo copulador" en lugar de un órgano penetrante, según explican en la revista Current Biology. Y la secuencia de apareamiento es la siguiente.

Secuencia nupcial

Todo empieza cuando la pareja potencial está colgando boca abajo, un comportamiento habitual entre murciélagos. Cuando llega el momento, el macho se sube a la espalda de la hembra y la agarra por el cuello. Entonces se inicia formalmente el apareamiento.

El macho utiliza su pene para localizar la vulva desplazando la cola de la hembra. Una vez hallada la apertura vaginal, y como no puede penetrar, sencillamente presiona la vulva con el pene y la pareja se queda en esa posición durante horas, con una media de 53 minutos.

“Durante este tiempo notamos varias llamadas sociales, probablemente emitidas por la hembra”, escriben los científicos en su artículo. “Una vez que el pene es empujado firmemente contra la vulva, el macho permanece quieto, moviéndose sólo de forma intermitente y no se detecta más vocalización. Después de la cópula, el pelaje del abdomen de la hembra parecía húmedo, lo que indica la presencia de semen… aunque no se ha demostrado la presencia de eyaculación”, añaden.

Posible explicación

Estas observaciones y la morfología particular del pene constituyen la primera evidencia de reproducción sin penetración en un mamífero, enfatizan los investigadores.

Lo que no han podido aclarar es cómo los espermatozoides penetran en la vagina y cómo llegan hasta el tracto reproductor, ya que no pudieron comprobar fehacientemente la presencia de líquido seminal.

Consideran que el tamaño y la forma del pene y el abrazo prolongado podrían favorecer el transporte de espermatozoides hacia la vagina a través del largo cuello uterino.

Referencia

Mating without intromission in a bat. Nicolas J. Fasel et al. Current Biology, Volume 33, issue 22, pr1182-r1183, november 20, 2023. DOI:https://doi.org/10.1016/j.cub.2023.09.0