La buena actuación de las selecciones sudamericanas en el Mundial ha reabierto el debate sobre el cupo de plazas correspondientes a este continente en el torneo de 2014, con Brasil como anfitrión, y ha suscitado dudas de cuál será la presencia real de sus equipos en la competición.

La disputa del Mundial en Brasil ha vuelto a plantear el asunto, ya que en el camino a Sudáfrica, el fútbol sudamericano tuvo cuatro plazas y fue capaz de confirmar el quinto puesto en la eliminatoria que superó Uruguay ante Costa Rica en noviembre de 2009.

Ahora, con la clasificación directa de Brasil como organizador de la Copa, todo son conjeturas. La FIFA se pronunció al respecto el sábado cuando su secretario general, Jerome Valcke, afirmó que la modificación de «los cupos continentales de participación en la Copa del Mundo no entra en los planes de la FIFA». Sin embargo, en el entorno del fútbol de este continente existe preocupación.

En este sentido se han pronunciado tanto el seleccionador de Uruguay, Óscar Tabárez, como el delantero del equipo, Diego Forlán, que han alertado de la injusticia que supondría una reducción después de que cuatro equipos de Sudamérica hayan alcanzado los cuartos de final: la propia Uruguay, Brasil, Argentina y Paraguay. Precisamente esta circunstancia es el argumento fundamental para tratar de mantener, como mínimo, la actual estructura.

Si así fuera, Sudamérica contaría en ese torneo con Brasil, cuatro selecciones más y la posibilidad de tener una sexta si la repesca fuera favorable a un equipo de este continente. Ante esta opción hay posturas diferentes en otras confederaciones, aunque no de forma especial en Europa, donde para este torneo había trece plazas.

Las críticas llegan de continentes con más asociaciones y que porcentualmente tienen menos presencia en el Mundial que Sudamérica. En Oceanía no compite Australia. Y Asia ni tan siquiera tiene una plaza directa.