El Marbella FC se regaló ayer un festín goleador frente a un Sevilla Atlético que, pese a lo abultado del resultado, dio una buena imagen en su visita a la Costa del Sol. De hecho, el filial sevillista tuvo sus opciones y en cualquier momento se había podido meter en el partido si hubiese tenido más acierto ante la meta local.

Los blanquillos se hacen fuertes en casa, con dos victorias en otros tantos partidos en el Municipal, y rompen la mala racha de dos derrotas seguidas, incluida la de Copa del Rey, con la que llegaban a este domingo. El peso del partido lo llevó desde el inicio el Marbella FC ante un Sevilla Atlético que se replegaba y buscaba las salidas al contragolpe. El juego estuvo muy equilibrado en la primera parte sin que ninguno de los dos equipos lograra llegar con claridad al área rival. Wilfred, no obstante, tuvo más trabajo que el arquero visitante, ya que Manu Sánchez, Chris Ramos o Pejiño le obligaron a intervenir en el primer acto.

Para Lucho el chaparrón llegó en los últimos segundos antes del descanso. Y después de dos ocasiones de peligro, Añón fue el encargado de abrir la férrea defensa sevillista. Un cambio de juego de Peris desde la izquierda, con la entrada de Rafa Muñoz por la derecha, permitió que el capitán perforase la red visitante.

La segunda parte se inició con una ocasión muy clara, con Peris como asistente desde la izquierda. Montero avisó de lo que vendría luego, con un doblete suyo, aunque esta vez su cabezazo en el segundo palo fue bien interceptado por Lucho. El Sevilla Atlético tuvo su mejor acción en el minuto 58, con un cabezazo a bocajarro de Chris Ramos que salvó Wilfred con una certera intervención. Fue lo último que se le recordaría a los visitantes en la segunda mitad.

El Marbella dictó sentencia en el último cuarto de hora, tras anotar dos nuevos tantos en apenas tres minutos. Los pupilos de Padilla ampliaron diferencias con un remate de Montero en el área pequeña, tras rechace del guardameta a un primer disparo suyo. Acababa de alcanzarse el minuto 75 y sólo tres más tarde, tras un saque de esquina, Sillero remató a la red en una acción en la que Pavón remató previamente al larguero.

Pudo anotar el cuarto tanto el propio Sillero, en el minuto 84, pero fue de nuevo Montero el encargado de cerrar la cuenta marbellí. Sólo tres minutos más tarde, al cazar en el segundo palo el balón que había colgado Peris. La goleada calma la ansiedad de una escuadra que hasta ahora no había podido dejar la portería a cero en lo que va de competición oficial.