El Unicaja hizo ayer oficial el acuerdo alcanzado con Vladimir Stimac y dio a conocer que la duración del compromiso será, finalmente, por dos temporadas. El pívot, durante las negociaciones de los últimos días, puso como condición firmar por dos cursos, mientras que el Unicaja sólo ponía uno sobre la mesa. Aunque el acuerdo se hablaba de un compromiso por una campaña más otra opcional, el Unicaja informó ayer de que finalmente son dos años garantizados. Así que el pívot de 26 años y 2,11 metros, concentrado con la selección de Serbia para diputar el Eurobásket, podrá echar raíces en la Costa del Sol.

Su carrera, hasta ahora, ha sido muy nómada, ya que se fue de Belgrado muy joven para dar el salto al Zalgiris lituano (2006/07) y luego se marchó a Letonia, al Valmiera. Regresó a casa dos temporadas, al Estrella Roja (2008 a 2010), y de ahí se fue al Nymburk de la República Checa (2010/11), al Olin Edirne turco (2011/12) y al Banvit (2012/13). Ahora podrá asentarse en Málaga y disputar una Liga ACB en la que «triunfará».

La afirmación no es baladí. Y quien la pronuncia es una voz autorizada del baloncesto. Un excajista como Boniface Ndong conoce muy bien al nuevo fichaje cajista. El senegalés ha militado este curso en el Galatasaray turco y se ha enfrentado al Banvit, equipo de Stimac, nada menos que en siete ocasiones este curso. «Dos en la Liga, otra en las semifinales de la Copa y en los cuatro partidos del play off de la final», recuerda Boni.

El pívot africano, campeón con el «Galata», ha decidido retirarse y vivirá en su casa de Benalmádena. «Aquí se vive muy bien», dice sonriendo. Y en sus últimos encuentros como profesional se ha medido cara a cara con Stimac, el pívot titular del Banvit. «La final fue muy bonita e igualada. Y Stimac demostró que es un gran pívot. Ya lo hizo en las semifinales de la Liga, cuando el Banvit eliminó al Efes y él estuvo muy bien», recuerda.

«Es un pívot de mucha fuerza y también tiene calidad. Es joven, tiene muy buenos movimientos cerca del aro y juega bien en el poste bajo. Su mayor arma es su cuerpo y lo usa sobre todo para ir al rebote. Sabe tirar de gancho y siempre que falla es muy peligroso porque coge su propio rebote. Es muy bueno en ataque y en defensa. No es muy rápido, pero sabe moverse bien y utiliza su cuerpo. Sabe jugar al baloncesto», recalca.

El baloncesto en Turquía, aunque ha evolucionado y hay equipos que pagan muy bien, no es aún el mismo que en la ACB. Boni, sin embargo, cree que podrá triunfar en España. «Depende del jugador. Personalmente no sé cómo se adaptará, pero al final es baloncesto y si tú quieres trabajar y esforzarte vas a triunfar. El caso de Stimac también, porque tiene calidad. En la ACB hay que ser inteligente y querer trabajar. Yo le he visto y he jugado contra él. Al Efes le ganó en semifinales y jugó muy bien allí».

A pesar de que acaba de cumplir los 26 años, al pívot africano le llamó la atención su «carisma». «Lo deja todo en pista y eso es algo que al Carpena le gusta mucho. Trabaja y es duro. El equipo vive de la afición y la afición del equipo. En mi experiencia en Málaga fue así. Jugar en el Unicaja te da mucho. Él tiene mucho nervio y sangre caliente. Seguro que en el Unicaja va a mejorar, aquí en Málaga el club es más grande y la afición es mucho mejor», explica.

Se lamenta de que tenga que ir ahora al Eurobásket. «Lo ideal sería que viniera ya para aprender los sistemas, pero eso pasa, no es lo peor que puede pasar. Lo más duro es ponerte luego en forma».

Ndong cree que este Unicaja tiene muy buena pinta. «Fran y él dentro de la zona lo van a hacer muy bien. Lo bueno del juego interior es que todos son diferentes. Cada jugador tiene su estilo y se van a complementar. Y de Plaza sólo hay que ver de dónde viene y qué ha hecho en su carrera. Ha entrenado a los mejores, estuvo en el Madrid, lo hizo muy bien en Sevilla y ha entrenado al Zalgiris».