­¿Por qué no ganarle al campeón? El Olympiacos llega a Málaga como vigente defensor de la corona europea, conquistada en las dos últimas ediciones y además invicto en los 12 encuentros que ha disputado este curso. Pero, ¿quién dijo miedo? La historia sonríe al Unicaja y dice que sí se puede. Sí se le puede meter mano al club de El Pireo, que ha jugado en Málaga en seis ocasiones y ha perdido en cuatro de ellas. De hecho, de sus tres últimas visitas se ha ido con la derrota en su casillero.

Unicaja y Olympiacos son viejos conocidos en el panorama europeo. El equipo verde se midió al potente conjunto heleno en su primera incursión en la máxima competición continental, por entonces la Copa de Europa. En Ciudad Jardín, el Unicaja tuvo el triunfo en su mano, pero los dos colegiados (Viliam Koller y William Jones) no permitieron que los históricos Nakic, Sigalas, Rivers, Tarlac o Fassoulas se fueran de la Costa del Sol sin el triunfo. Tras una prórroga, con Nacho Rodríguez inconmensurable (20 puntos), los griegos ganaron por 76-77. Un «robo» del que la imagen que ilustra la información, obra de Mariano Pozo, da buena fe: Javier Imbroda queriéndose comer a uno de los árbitros, con Ramón García tratando de frenar su ímpetu.

En la siguiente visita griega a Málaga se produjo el primer triunfo de los cajistas, en una tremenda exhibición, aún con Boza Maljkovic en el banquillo (86-79), en el curso 2001/02. Fue un duelo de pistoleros entre Milan Gurovic (26 puntos) en 25:33 minutos y el tristemente fallecido Alphonso Ford, con 34 puntazos. El Olympiacos tenía un plantillón, gestionado por Theo Papaloukas.

El cuadro de El Pireo tardó en volver a Málaga cuatro temporadas y en su visita ganó por 75-87, en su último triunfo en el Carpena, en el 2006. Además, aquel fue un partido clave, vital, porque dejó al Unicaja sin opciones de acceder al Top 8. Un Unicaja que esa temporada conquistó su primera y única Liga Endesa y que tenía muy buena pinta. Pero el Olympiacos, con menos nombres y una plantilla larga y muy seria, planteó una guerra de guerrillas, acabando el encuentro con ¡37 faltas personales!, impidiendo a los de Scariolo hacer su juego. Ese traspié dejó sin opciones a los cajistas en el Top 16.

Desde entonces, desde aquel 14 de marzo de 2006, el Olympiacos ha contado sus siguientes tres visitas a Málaga por derrotas. Además, en tres temporadas consecutivas. La excelente racha cajista ante el bicampeón de Europa comenzó en el curso 2008/09, con triunfo por 60-56. Un año después se ganó con la mayor renta jamás conseguida en la historia: 86-68. Y en la campaña 2010/11, el Unicaja venció por 76-74. Esperemos que hoy continúe la buena racha y llegue la cuarta consecutiva.