CSKA, el equipo de los 44,3 millones

Dicen que el dinero no da la felicidad. Por lo que se ve, tampoco da el título de la Euroliga. Si no que se lo digan al CSKA de Moscú, rival el viernes del Unicaja en la máxima competición continental, que lleva tres temporadas seguidas «naufragando» en la Final Four a pesar de sus presupuestos multimillonarios que hasta triplicaban el de los últimos campeones: Olympiacos (2012 y 2013) y Maccabi (2014).

Aunque el campeón ruso no ofrece las cifras de su presupuesto, lo cierto es que según ha publicado el portal www.marketingdeldeporte.com haciéndose eco de datos de la propia Euroliga, los 24 equipos participantes mueven 375 millones de euros. El presupuesto medio de los 24 clubes, según la citada Euroliga, es de 13,7 millones de euros. El menor asciende a 2,6 millones (Neptunas y Turow), lejos de los casi 11 que tiene el Unicaja y más aún de los 44,3 del CSKA.

La espectacularidad del proyecto económico del club moscovita se entiende con un solo dato: con los sueldos de tres de sus estrellas -Teodosic (2.5 millones de euros netos), Nando de Colo (2.2) y Sasha Kaun (1.8)- se podría pagar a los 12 jugadores de la primera plantilla del Unicaja. Espectacular.

Es curioso que los datos macroeconómicos de su proyecto deportivo no se vean acompañados por otras variables «exteriores». Su pabellón registra medias de asistencia bajísimas y las audiencias televisivas son testimoniales en Rusia. El CSKA Sports Hall acredita una de las medias de asistencia más bajas de toda la Euroliga, alrededor de 4.000 espectadores por partido, cifra que baja hasta poco más de 1.000 en los encuentros de su Liga nacional y de la Liga báltica. Como resultado, el club sólo factura unos 1,4 millones anuales por venta de entradas. Por derechos televisivos ingresa sólo 500.000 euros y el capítulo de merchandising y venta de comida-bebida en el pabellón suma aproximadamente otro medio «kilo». Una cifra total ridícula en comparación con los 44 millones largos de gasto total.

Entonces, ¿cómo es posible que con uno de los peores pabellones y con una de las coberturas televisivas menos potente de la competición pueda manejarse en estos términos? ¿De dónde sale el dinero?

La respuesta es del gigante «Norilsky Nickel», la mayor productora mundial de níquel y paladio, una macroempresa con un volumen de negocio de 7.200 millones de euros anuales. Pese a que «Norilsky Nickel» aporta alrededor de 35 de los 44.3 millones del presupuesto, únicamente apreciarán mañana su logo cuando vean el partido por televisión en tamaño diminuto en el dorso de las camisetas, entre el nombre del jugador y el número, a pesar de que en su página web se hable de esta empresa como «club´s owner» (propietario del club).

Los patrocinadores de cuño tradicional, empresas como Rostelekom o Aeroflot, aportan más de 7 millones de euros al presupuesto anual. Todas estas aportaciones son las que, unidas al mecenazgo de Norilsky Nickel, hacen del CSKA el club más rico del baloncesto en el mundo fuera de la NBA.