Salió de Málaga hace dos veranos. Earl Calloway, base americano que militó dos años en Málaga, fue "atropellado" por Jayson Granger. El teórico primer base del equipo quedó relegado a un segundo plano ante el brutal crecimiento del uruguayo. Y quizá se le enterró antes de tiempo. El base encontró acomodo en la floreciente Liga de Turquía, en un club con poca historia, como el Royal Hali Gaziantep. Y allí, Calloway, base más que correcto, buen profesional, gran compañero de vestuario, está firmando una temporada soberbia, que le ha colocado como líder en varias estadísticas de la competición.

Su Gaziantep es octavo, aunque llegó a ser sexto hace sólo un par de jornadas. Con su registro de 15-15 está en plena lucha por los play off. Y Calloway está asombrando a propios extraños, con unos números impresionantes: 14,7 puntos, 4,5 rebotes, 5,9 asistencias, 1,63 robos y 18,7 de valoración.

A sus 32 años, sus números son aún más brillantes expuestos bajo la lupa de la competencia. Calloway, el "renacido", es el segundo jugador con más valoración de toda la competición otomana. El base sólo es superado por el ala-pívot francés Adrien Moerman (22,5). En una Liga tan competitiva como es ya la turca, llama poderosamente la atención que sea el segundo en este apartado del juego.

Sus 5,9 asistencias le colocan en el cuarto puesto del ránking turco y sube al segundo en el de robos. Es el alma del equipo, la mano derecha del técnico del equipo, el griego Stefanos Dedas, que sustituyó con la temporada ya en marcha al esloveno Jure Zdovc. Calloway, tras dos años en el Royal Hali Gaziantep, acaba contrato en junio y se ha convertido en todo un ídolo para los seguidores de su equipo.

Porque en la Europe Cup, que su equipo ha disputado este curso, Calloway, que posee un pasaporte búlgaro, ha seguido siendo el mismo jugador fiable: en 15 partidos ha promediado 13 puntos (40% en triples), 5,2 asistencias, 4,4 rebotes y 2 robos por encuentro. Una temporada para enmarcar, lejos de Málaga.