El Unicaja, tras los fichajes ya confirmados de Brian Roberts y Jaime Fernández, ya ha finalizado la construcción de su juego exterior. Y, a priori, ya sólo queda la contratación de un pívot para cerrar la plantilla. El club tiene ya en nómina al capitán Carlos Suárez y necesita contratar a un pívot que pueda complementarse con Giorgi Shermadini, sabiendo que el quinto pívot será, tal y como dijo el propio Luis Casimiro, Viny Okouo. Descartado, de forma sorprendente, el fichaje de Fran Vázquez como quinto pívot, ahora sólo falta encajar la última pieza del puzle.

¿Qué es lo que busca en el mercado el club malagueño? Pues un perfil de jugador muy claro: un pívot físico, atlético, con capacidad de intimidación, que juegue por encima del aro y que pueda defender a pívots más pequeños. Y, eso sí, ese jugador no puede tener pasaporte extracomunitario. Ha de ser español, europeo o que tenga algún pasaporte comunitario o cotonú. La ACB sólo permite tener a dos extracomunitarios en una plantilla de 12, y el Unicaja ya tiene a Roberts y Wiltjer.

La dirección deportiva lleva ya un tiempo recopilando informes y buscando el prototipo adecuado. El club llegó a presentar una oferta, como se informó en su día, por el pívot Michael Eric, pero el jugador aceptó la renovación del Darussafaka, y jugará Euroliga.

Todos los agentes consultados hablan de la dificultad de encontrar un pívot de ese perfil de elite. «El mejor que podéis fichar es a Fran Vázquez, que os lo han ofrecido por menos de 200.000 euros», llegó a explicar un representante desde Las Vegas. Si hay algún jugador interesante, que cumpla con estos parámetros, y a un precio asequible, ése está en la Liga de Verano de la NBA en estos momentos, donde hay muchos jugadores de un perfil similar al que se busca (muchos, eso sí, sin ese necesario pasaporte).

En los últimos días, el club ha mostrado interés por un jugador, muy probablemente uno de los mejores en su posición y que encaja como anillo al dedo en lo que se busca: Mathias Lessort. El pívot francés de 2,06 metros y que cumplirá 23 años en septiembre es un pedazo de pívot, y es exactamente lo que está buscando el equipo malagueño.

Lessort firmó el pasado verano tres años con el Estrella Roja, pero al no jugar Euroliga quiere salir del club serbio y Málaga podría ser un buen destino para él, en una Liga como la ACB y con un equipo más competitivo. Lessort tiene una cláusula de salida de 250.000 euros. ¿Mucho dinero? Después de pagar la cláusula de Jaime Fernández parece complicado volver a pagar. Pero sí es cierto que el futuro de Lessort, más pronto que tarde, será la NBA, donde fue drafteado por Philadelphia en 2017, en el puesto 50, y que el club puede ganarle, si sabe jugar sus cartas, mucho dinero en un futuro traspaso. Lessort está pidiendo un contrato garantizado de unos 600.000 euros brutos, una cifra que sí puede pagar el Unicaja. El problema es el tema de la cláusula. Su fichaje le daría un salto de calidad, en lo físico, al equipo. Un salto que necesita, pues este Unicaja, tal y como está ahora, necesita más músculo.

Lessort encarna la opción más costosa. Ya se sabe... Lo bueno sale caro. Hay jugadores más económicos, que también encajan, y que gustan, como Landry Nnoko. El pívot de 2,08 metros, camerunés y formado en EEUU, está siendo ofrecido a Europa, y el Unicaja lo ve como una buena opción. El africano (9 de abril de 1994) jugó este curso en los Grand Rapids Drive de la G-League de la NBA.

Hay un puñado de pívots, pero de otras características, que han sido ofrecidos, pero que tienen un perfil más parecido al de Shermadini. Algunos, incluso, ya conocen el Unicaja, como Dejan Musli o Alen Omic. Ambos están en mercados y estarían «locos» por fichar. Al igual que Fran Vázquez, aunque el gallego con otro rol. Un rompecabezas al que sólo le falta una pieza. Complicada, eso sí.