El Unicaja vuelve hoy a jugar al baloncesto. La novedad es esa, porque en un calendario apretado al máximo desde octubre a junio, eso de estar 15 días sin jugar un partido parece imposible. Pero no lo es. El Unicaja lo ha estado. Los malagueños, al igual que el Joventut Badalona, el rival de esta tarde de sábado, llevan dos semanas sin vestirse de corto para disputar un encuentro oficial. La culpa es de las «Ventanas» FIBA, ese invento de los poderosos del básket para desunir aún más al deporte de la canasta, y que despedaza las competiciones nacionales, los equipos y el estado de ánimo de las aficiones. Especialmente, la nuestra, la verde. Porque si había algún equipo al que el parón le ha venido rematadamente mal, ése es el equipo malagueño.

Los cajistas han iniciado la temporada de una forma impresionante. Inmersos en el mejor inicio de su historia, con 15 triunfos en 18 partidos, los hombres de Luis Casimiro Palomo han ganado sus seis últimos choques y no saben lo que es perder desde el pasado 6 de noviembre en Burgos. Es decir, que el Unicaja lleva ya más de un mes sin perder un partido. ¿El parón? Pues una mala jugada del calendario... pero esto es lo que hay, y no vale lamentarse.

La gran duda que veremos hoy es cómo ha afectado el parón al equipo. Siete jugadores cajistas se marcharon a defender el orgullo de sus selecciones nacionales. La mayoría estaba ya el martes en Málaga, y el miércoles todos se pudieron entrenar ya juntos en Los Guindos, excepto Kyle Wiltjer, que estaba en Brasil jugando con Canadá y llegó el miércoles por la tarde. Ha habido tiempo para preparar el encuentro de hoy, los jugadores cajistas han tenido dos partidos para mantener las buenas vibraciones y los cinco que se han quedado en Málaga (Alberto Díaz, Brian Roberts, Carlos Suárez, Dani Díez y Viny Okouo) han tenido tiempo para entrenar, descansar y estar hoy en estado óptimo de revista.

La gran novedad malagueña cara al encuentro de esta tarde en Badalona es la vuelta de Alberto Díaz a las pistas de juego. El malagueño sufrió el 17 de octubre una rotura de grado 1 del tendón conjunto isquiotibial de la pierna derecha en el encuentro de Eurocup ante el Mornar Bar. El «Pelirrojo» ha estado sin jugar un partido durante casi dos meses. Este parón le ha servido para ponerse al mismo ritmo que sus compañeros. Sin la chispa ni las sensaciones ideales, el jugador costasoleño podrá hoy volver a jugar y ayudar al equipo, que es cuarto en esta ACB y que ha firmado un arranque de ocho triunfos y dos derrotas.

No va a ser fácil volver a jugar después de dos semanas sin hacerlo juntos. Desde el 24 de noviembre, cuando se ganó en el Carpena al UCAM Murcia, no juega el Unicaja. Y hoy lo hará en una pista que, para los malagueños, es gafe. El equipo cajista ha visitado en 35 ocasiones Badalona con un pobre balance de solo 9 victorias y la friolera de 26 derrotas. Sí, han leído bien. El que piense que el Unicaja puede ganar hoy «fácil» es que no se ha informado demasiado bien. Especialmente, porque el equipo catalán hace ya varios años que dejó de ser uno de los «cocos» de la Liga ACB, aunque para este curso ha vuelto a contar con más liquidez y tiene una plantilla más que interesante.

El Unicaja, eso sí, no va coger en su mejor momento al rival. Los verdinegros, décimos en la clasificación (5-5), quieren mostrar ante su público una imagen completamente diferente a la ofrecida hace 15 días en Zaragoza, donde fueron humillado por el Tecnyconta en Zaragoza (112-66).

Los jugadores de Carles Duran llevan dos decepcionante partidos consecutivos en los que han perdido la frescura de las primeras siete jornadas, en las que sumaron cinco triunfos y compitieron de tú a tú contra el Real Madrid y el Barça Lassa. Carles Duran, técnico de «La Penya», tiene la duda para el partido del estadounidense Dakota Mathias, que aún arrastra molestias en el tobillo izquierdo que se lesionó hace casi dos meses. El técnico verdinegro contará para este partido con el joven Joel Parra.

Por cierto que el Unicaja se medirá hoy al pívot Marko Todorovic. El pívot balcánico estuvo virtualmente fichado en su día, pero con el contrato ya redactado se marchó al Khimki ruso. Ahora está en el Joventut.