Melvin Ejim (2.01 metros/29 años), ahora en el Buducnost de Montenegro, regresa este miércoles (20.45 horas) al Martín Carpena, su casa durante la temporada pasada, cuando vistió la camiseta del Unicaja. Recordado más por lo que pudo haber sido que por lo que fue, las lesiones lo dejaron en el limbo durante gran parte de la temporada. Participó en 17 partidos de Liga y 10 de Eurocup. Se perdió 2 meses de competición por dos lesiones, una en el gemelo y otra en el sóleo. Muchas semanas sin estar disponible y otras citas sin entrar en la convocatoria.

Aún sin oportunidades ni rodaje suficiente, Ejim dejó picos de buen rendimiento en la cancha. El alero internacional con Canadá vino como portento físico y jugador versátil, pero terminó marchando sin pena ni gloria al baloncesto montenegrino. Allí juega, además de la Eurocup, la Liga del Adriático con Partizan y Estrella Roja como grandes rivales. Promediando 16 puntos y 5,2 rebotes en 27 minutos de media en los dos primeros partidos europeos, tiene la oportunidad de demostrar este miércoles ante 235 testigos que en realidad tenía mucho más que aportar en Málaga.

Ejim atiende desde Podgorica a la llamada de La Opinión de Málaga para rememorar el pasado y analizar el presente.

Dejó Unicaja para marchar a una ciudad y un país muy distintos: el clima, la comida, las costumbres... Una Liga diferente como la ABA League, la Liga del Adriático. ¿Cómo es el baloncesto en Montenegro y cómo se ha asentado allí?

Todo es genial hasta ahora. Es una ciudad bonita, con mucha naturaleza, hemos tenido la oportunidad de ver un poco de aquí y estamos disfrutando mucho. El baloncesto de aquí va bien, estamos ganando y teniendo un buen comienzo de temporada.

Su equipo ha comenzado muy bien esta edición de la Eurocup, sumando dos victorias en dos jornadas. ¿Qué aspiraciones tiene Buducnost en Europa?

Está claro que este equipo ha tenido siempre grandes aspiraciones. Obviamente, ganar la Eurocup, jugar bien, ganar la Liga ABA... En cualquier competición estamos preparados para competir y ganarla. Tenemos un gran grupo y podemos demostrar que jugamos bien al baloncesto.

Su nivel en Buducnost está siendo bueno, 16 puntos en ambos partidos de Eurocup y muchos minutos en pista. De momento el cambio le ha venido muy bien...

Siento que ha sido el cambio de posición, ahora juego en el perímetro, en un sitio donde tengo más impacto en el juego. He jugado en zonas diferentes y he sido capaz de ser eficaz. No importa en qué liga esté, cuando se te da una situación en la que debes demostrar tu potencial y tu fuerza, siempre podrás demostrarlo todo.

Su etapa en Málaga terminó pronto y tras finalizar la fase final decide salir. ¿Por qué eligió salir de la ACB rumbo a Montenegro?

Pensé que era una gran oportunidad de competir en un equipo de Eurocup y llegar lejos en la competición. También para estar en uno de los equipos top de la Liga ABA. Es una oportunidad de crecer como jugador.

Tenía un año más de contrato pero finalmente no siguió formando parte del club malagueño. ¿Qué ocurrió?

Tenía un contrato de un año más otro opcional, con la opción del Unicaja para contar conmigo. Pero decidieron no hacerlo.

Promedió en Málaga 17 minutos por partido, 6.8 puntos y 3.2 rebotes. Las lesiones lastraron su participación en un momento clave de la temporada. ¿Qué faltó para triunfar en Unicaja?

Tuve muchas lesiones. Dos muy malas que jamás fueron tan dolorosas como aquellas en mi carrera. Jugué el resto de la temporada dolorido o sin estar al cien por cien. Así es duro alcanzar buen juego. Creo que no tenía un rol importante en el equipo ni jugaba en la posición de tener impacto. No pude mostrar mi potencial.

A pesar de no tener las oportunidades que quizá usted esperaba, ¿fue feliz en el Unicaja? ¿Con qué se queda de la experiencia?

El Unicaja es una gran entidad, desde el presidente hasta el cuerpo técnico. Todo era sensacional allí, es uno de los mejores lugares en Europa para estar. Andalucía, su gente, la comida... Pero desde el punto de vista baloncestístico no fue mi mejor experiencia por las lesiones, por no estar acertado en la cancha. Me quedo con haber llegado a la final de Copa del Rey.

Actualmente, el Unicaja pasa por un momento deportivo complicado. Los resultados son malos y las sensaciones del equipo están siendo muy irregulares. ¿Le sorprende?

Sí, me sorprende. Es un equipo con mucha calidad y no lo esperaba, pero pienso que tampoco empezamos bien el año pasado. Son un gran grupo, así que cuando lo resuelvan van a tener una buena situación de nuevo. Han tenido muchas lesiones, Carlos Suárez estuvo fuera, Jaime... son jugadores clave. Creo que el talento está ahí, solo que a veces hay momentos complicados.

Conoce a muchos jugadores de la actual plantilla del Unicaja. ¿Cuál es para usted el arma más peligrosa de Unicaja? ¿Y dónde ves sus principales defectos?

Todos son grandísimos jugadores. Darío Brizuela es muy eficaz, Deon Thompson y su fuerza en el poste bajo, también Alberto Díaz, un jugador diferente, sobresaliente en defensa y que contagia su energía. Tienen muchas piezas en su plantilla y ceo que no merecen los resultados que están teniendo. ¿Defectos? Quizá no tienen el físico o no son tan agresivos como en la temporada pasada.

Centrándonos en el partido del Carpena. ¿En qué es mejor Buducnost en comparación con el Unicaja?

No diría que somos mejores, solo hay que esperar para ver cómo jugamos y lo demostramos. Ahora estamos en un gran momento y nuestro baloncesto está siendo bueno. Cuando juguemos se verá cómo nos compenetramos. Dependerá de que tengamos un buen día en el Carpena.

Estuvo a un mate y dos tiros libres de darle el pase a Unicaja a semifinales de la Fase Final de Liga ACB. ¿Cómo vivió aquellos momentos de tanta tensión, y con final negativo?

Fue una decepción para mí y para todos. Justo iba teniendo minutos después de salir de la lesión. Tras el partido estaba sin ánimos, siempre te sientes decepcionado cuando tienes la oportunidad de darle la victoria a tu equipo. No tuvimos suerte, muchos compañeros me dieron ánimos y me ayudaron a ser positivo. Al final, el error es parte del juego.

El miércoles habrá 235 espectadores en el Carpena. Aún así, sigue siendo una situación extraña para cualquiera, más aún para alguien que ha jugado un año en el mítico pabellón. ¿Cómo será su vuelta a Málaga en un pabellón acostumbrado a estar lleno?

Será muy extraño, Málaga tiene una de las mejores y más leales aficiones de Europa, así que me impactará ver a tan poca gente. Es la nueva situación que nos toca vivir a los deportistas, aunque al menos habrá unos cuantos fans en las gradas, aquí en Podgorica aún no tenemos. Espero que puedan disfrutar, aunque no sea el mejor momento. Mi familia y yo disfrutamos mucho en Málaga. Ojalá el Carpena vuelva a llenarse pronto.