¿Tiene techo este Unicaja?

¿Tiene techo el Unicaja? ¿Hay alguien que puede parar al equipo más en forma de la Liga Endesa? Esas son las preguntas que se están haciendo ahora mismo Roger Grimau -entrenador del Barça, próximo rival- y toda la afición cajista que se ha levantado casi en un proceso de ensueño por lo visto ante el UCAM Murcia. Solo habían perdido un encuentro como locales los universitarios, pero la lección de baloncesto fue tal que los malagueños no encontraron rival alguno.

El Unicaja protagonizó este viernes el mejor partido de la temporada sin ninguna duda, en parte también por el nivel de confianza que ha sabido alimentar gracias a su trabajo. Es una de las grandes ventajas de haber mantenido el grupo con la -brutal- incorporación de Kameron Taylor. El equipo sabe lo que tiene que hacer en cada momento del partido y la gestión, tanto en los propios compañeros como desde el cuerpo técnico, está siendo perfecta.

El grupo por encima de todo

La mala noticia para los rivales es que el tope de este equipo está muy lejos. En Murcia llegó el mejor partido del curso, pero va a ir a más con el paso de las semanas. El grupo está en un momento excelso. Sabe asumir responsabilidades y sabe ceder cuando llega el momento. El estado físico está siendo espectacular, el trabajo de piernas que hay en cada partido es sobresaliente y el baloncestístico... que se lo pregunten mejor a los rivales.

La alegría llega desde otro lado: ¿están los jugadores en su mejor momento? Eso es lo mejor, que nadie ha demostrado en diciembre todas las cartas de lo que puede ofrecer. Dos ejemplos muy claros son Kravish y Will Thomas. El máximo nivel de ambos está mucho más alto del buen rendimiento que ya de por sí ofrecen. O la regularidad de jugadores como Osetkowski o Carter. Es decir, que nadie ha alcanzado la plenitud y esa es casi la mejor noticia de todas.

Control de esfuerzos

Otra de las habilidades que ha sabido demostrar el Unicaja este año es el control del ritmo de los partidos. El equipo ha tenido encuentros en los que el juego no ha sido nada brillante, pero también es una virtud sabe ganar así. Cualquiera de los equipos de la Liga Endesa desearía poder saber cuándo le va a ser suficiente ganar con el 60% o el 100% de su juego. 

El ejemplo más evidente pudo ser Girona o la propia Basketball Champions League, donde los cajistas han competido con el freno de mano. Resulta evidente que se podrían haber vencido con mucha más solvencia todos los partidos. O, de hecho, poder hacerlo en Peristeri, donde la ventaja, en condiciones normales, habría sido astronómica. Ahora bien, para nadie fue inquietante porque lo verdaderamente importante llegaba ante el UCAM.

La cuestión será ahora saber a lo que nos vamos a enfrentar en el futuro. Ibon Navarro siempre habla de plantear la primera mitad de temporada para que el pico de forma llegue en la Copa del Rey. Si esto no se parece a lo máximo que puede ofrecer la plantilla, ¿a qué monstruo se van a encontrar los rivales en el mes de febrero? ¿Hay que cumplir con los mismos objetivos marcados en septiembre o hay que calibrarlos de nuevo? Habrá que mantener la calma, pero es imposible no soñar muy alto con este Unicaja.

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