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Entrevista a Israel Fernández

"El cante es lo más libre que hay en el mundo"

Apenas tiene treinta primaveras y ya es uno de los cantaores llamados a hacer historia como el de los maestros a los que admira, como la Niña de los Peines, a quien dedica su disco Universo Pastora, aclamado por la crítica. Lo presenta el domingo en la Sala Gades

"El cante es lo más libre que hay en el mundo"L. O.

¿Qué ofrece en sus conciertos?

Flamenco, por supuesto, que es lo que he mamado y he bebido diariamente de chiquitín, en mi infancia. Voy a cantar con verdad, sin pretensión, con inspiración y aspiración.

Su concierto gira en torno al Universo Pastora. ¿Qué es lo que le maravilló cuando la escuchó por primera vez?

En Pastora vi lo que nunca he visto en ninguna de las figuras. Pastora tenía lo que tenían los genios del genio. Todos los cantes los hacía suyos y estaba muy avanzada en su tiempo. Incluso hoy en día, casi 100 años después, sigue estando avanzada. Es una cantaora que perdura por todo en general: su voz tan personal, su afinación, su sentido del ritmo, su armonía y su dinámica. Yo creo que es una de las cantaoras con más dinámica de todos.

Pero no trata de imitarla.

Para nada, hay matices pero para imitarla ya está ella, la original. Yo cojo sus cantes y le intento dar frescura, melodía, más armonía.

¿Con qué intención? ¿Para rejuvenecer el cante antiguo?

Sí, así es. Es como darle un poco de vida y rejuvenecerlo. Es como coger un mueble antiguo del siglo XII y ponerlo en una casa moderna, ponerle pintura y darle vida a tiempo de hoy, sin dejar la madera buena que es la esencia. Sigue sirviendo, sigue teniendo uso.

Pero no es muy partidario de la fusión, ¿no?

Con la música y con la comida no se experimenta. Yo creo que un cocinero tiene que saber lo que va hacer. Si tiene que hacer un arroz, tiene que echar los condumios que ese arroz necesite, no que le eche por ejemplo un Ibuprofeno o un Espidifen por que si no, va a tener que tirarlo. Pero todo lo que sea fusión, siempre que respete la base, es bueno.

¿Cómo suele definir el flamenco?

La mejor definición de flamenco es la que hacía Camarón de transmitir o no transmitir. Es la música que más transmite y la que más llega al corazón. Es una música que también es una forma de vivir y no todas las músicas tienen forma de vivir sino que son solo música. Todo el mundo que es flamenco también tiende a vivir flamenco: a comer flamenco, a dormir flamenco, a querer flamenco, a enfadarse flamencamente? etcétera.

Cita a Camarón. ¿Es su gran ídolo?

Camarón, al igual que el maestro Paco de Lucía, están a años luz. Han hecho todo y nos han dejado esa herencia para que todos los flamencos durante años y años vayamos cogiendo de esa huerta tan sana que nos han dejado musicalmente hablando.

¿Cuáles son sus referentes?

Normalmente yo escucho cantaores de atrás como Manuel Torre, Vallejo, Corruco, Pastora, Tomás... Y actualmente hay cantaores a los que admiro, pero todos los que canten con flamencura y corazón ya son dignos de admirar.

En alguna ocasión, ha comentado que quiere «salud, libertad para cantar y poder morirse cantando». Quizá no está el patio para hablar de la libertad para cantar con músicos encarcelados.

El cante siempre tiene libertad. Es lo más libre que hay en todo el mundo. Yo puedo estar preso, pero mi música no. Siempre puedo cantar donde quiera. Yo puedo estar en un calabazo -que nunca he estado ni Dios lo quiera- pero puedo cantar la letra por la que estoy en el calabozo porque esa letra está libre. Quienes no estamos libres somos las personas, que estamos encerrados en una mente y en un cuerpo y lo que hay que hacer es salirse de él. Uno puede expresarse como quiera desde la humildad y el cariño pero eso sí, siempre que haya respeto, educación y cortesía.

¿Algo que añadir?

Llamo al aficionado de flamenco a que vaya al concierto y al que no, también. Que se pasen por allí a ver si puedo sembrarles una semillita en el corazón para que crezca flamencamente hablando y vaya dejando huella.

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