El Gobierno asesta el último golpe a los fumadores y toma la decisión que nadie veía venir

En medio de un panorama de continuos cambios en el mercado del tabaco, los fumadores se enfrentan una vez más a ajustes en los precios de las cajetillas, lo que supone un desafío adicional para aquellos que mantienen este hábito. La Resolución de 1 de marzo de 2024, publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE), ha marcado un nuevo aumento en los precios de diversos productos relacionados con el tabaco, afectando tanto a la Península como a Baleares, Ceuta y Melilla.

Este incremento, que representa el cuarto ajuste desde diciembre, abarca una amplia gama de productos, incluyendo cigarrillos, picaduras de liar y picaduras de pipa. La Resolución establece los precios de venta al público (PVP) de acuerdo con la legislación vigente, en este caso, la Ley 13/1998, de 4 de mayo, de Ordenación del Mercado de Tabacos y Normativa Tributaria.

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Estas son las marcas de tabaco afectadas

Entre los productos afectados por estos cambios, destacan algunas marcas específicas que experimentan notables aumentos en sus precios. Por ejemplo, el envase de seis unidades del Reserva Original PRO Sampler, en la categoría de cigarros y cigarritos, ahora alcanza los 86,00 euros, mientras que ciertas picaduras de pipa, como el Al Fakher Big Green y el Al Fakher The Double Crunch de 5000g, tienen un precio fijado en 225 euros. Este ajuste también se aplica en Ceuta y Melilla.

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Sin embargo, el mayor impacto lo genera el Oro Blanco, que se sitúa como el producto más caro dentro de la categoría de cigarros y cigarritos, con un precio asombroso de 600 euros por unidad.

Estos cambios no pasan desapercibidos para los consumidores, que se enfrentan a la realidad de costear un hábito que, cada vez más, supone un desembolso económico considerable. Aunque España sigue manteniendo precios relativamente bajos en comparación con otros países europeos, como Irlanda y Francia, donde los precios medios de las cajetillas superan los 10 euros, la tendencia al alza en el precio del tabaco representa un desafío para los fumadores, quienes deben reconsiderar el impacto económico y de salud que implica su hábito.