La pregunta de los lectores...

Nada le gusta más a mi perro que le tire la pelota para que me la traiga. Le encanta. No le importa correr, saltar o, si es necesario, meterse en el agua para atraparla. Es una locura. ¿Puede que esté obsesionado?

A los perros, en general, les encanta correr tras una pelota. Es uno de sus juegos favoritos. En realidad, se trata de la respuesta a un instinto, el de la caza, que, en mayor o menor medida, permanece intacto en muchos de ellos. La pelota que le lanzamos no realiza un movimiento previsible sino que bota y cambia de dirección una y otra vez, lo que se asemeja mucho al movimiento que realizaría una presa que intenta huir de un depredador. Por ese motivo, entienden perfectamente que deben perseguir la pelota pero, sin embargo, no tanto que luego deban devolverla. Por otro lado, para los perros que tenemos en casa nada hay más importante que su familia y la pelota les permite relacionarse con los miembros de la misma y compartir diversiones con ellos, lo que afianza sus lazos dentro de su manada humana.