La gripe suele cursar con fiebre y dura hasta cuatro días, al contrario de los catarros que no aumentan la temperatura corporal ni originan dolor, según ha informado el adjunto de Medicina Interna del Hospital Universitario HM Torrelodones y responsable de la Unidad de Cuidados Domiciliarios, Fabio Massimo Chillotti.

En concreto, el caso de la gripe, la fiebre está presente en el 80 por ciento de los casos, dura entre 3 y 4 días con una temperatura igual o superior a 38 grados y suele provocar tos seca irritativa, dolores musculares, escalofríos, dolor de cabeza en el 80 por ciento de los casos y malestar severo en el pecho. No es habitual el dolor de garganta ni la congestión nasal.

Por el contrario, en el catarro los síntomas aparecen en varios días y es "muy común" el dolor de garganta y la congestión nasal. No es habitual tener fiebre, los dolores musculares son leves, la tos es con flemas y tampoco suele provocar dolor de cabeza ni escalofríos. El malestar en el pecho es moderado.

En este punto, el experto ha explicado que los catarros o resfriados comunes son un grupo heterogéneo de enfermedades causadas por numerosos tipos y cepas de virus: "Los más frecuentes son los rinovirus y el coronavirus. Tienen en común que producen la infección e inflamación del aparato respiratorio superior: nariz, garganta, tráquea, laringe, senos nasales y oído. La gripe, sin embargo, es una infección de las vías respiratorias causada por el virus influenza", ha informado.

Consejos para prevenir y tratar el resfriado y la gripe

Ahora bien, los catarros y la gripe tienen en común que son enfermedades contagiosas, producidas por el contacto directo con las secreciones respiratorias de los pacientes afectados, sobre todo en los primeros días. Las complicaciones más habituales en ambos casos son la bronquitis y la neumonía que, en determinados grupos de riesgo, pueden tener un pronóstico grave y llevar incluso a la muerte.

Dicho esto, el experto ha informado de que la mayoría de la gente no necesita acudir al médico cuando tiene un resfriado o una gripe. Sin embargo, hay determinadas situaciones en las que, tal y como ha advertido, la visita es obligada como, por ejemplo, dificultad respiratoria, pacientes con riesgo, expectoración de aspecto verdoso o sanguinolento, tos que dura más de 10 días, fiebre por encima de los 39,5 grados y fiebre de más de 4 días de duración.

Más allá del tratamiento que el médico prescriba cuando sea necesario, Massimo Chillotti ha comentado que se pueden aliviar los síntomas siguiendo una dieta equilibrada rica en fruta y verdura, protegiéndose del frío y de los cambios de temperatura, bebiendo en abundancia (zumos de fruta, agua, caldos). Además, recalca, la instilación de suero fisiológico o agua de mar en las fosas nasales ayuda a eliminar la congestión, así como descansar con la cabeza más elevada que el resto del cuerpo.

Finalmente, ha ofrecido una serie de consejos para prevenir los síntomas, los cuales van desde evitar el contacto con las personas afectadas al menos durante los primeros 2 o 4 días del proceso; hasta lavarse las manos con frecuencia y utilizar pañuelos desechables; evitar situaciones de aglomeración de gente en lugares cerrados; no fumar; protegerse del frío y de los cambios de temperatura; y vacunarse.