La procesión de la hermandad de Medinaceli mostró que todavía le queda mucho que mejorar, pero también que hay ganas de hacer las cosas bien. Cuando pidió la agrupación se puso de manifiesto que la hermandad no estaba preparada. Había un cortejo de nazarenos caótico, los tronos con carencias y cierto descontrol en los proyectos pendientes.