­Cuatro meses después de las últimas elecciones, el PSOE afianza su ventaja en la región. Al menos, en lo que respecta a la perspectiva de voto para las autonómicas, que en la convocatoria del 22 de marzo dio lugar a un complicado escenario de pactos, con el PP a la deriva y sin una mayoría clara para la actual presidenta, Susana Díaz.

Según el Estudio General de Opinión Pública de Andalucía (Egopa), los socialistas han vuelto a ganar fuerza y se consolidan como la formación más respaldada. Su distancia con los populares -que en 2012 se impusieron como la lista más votada- se amplía un 10,6 por ciento, sin que el titubeo de su negociación para mantenerse en el poder ni el acuerdo con Ciudadanos parezca haberle pasado factura.

El trabajo, elaborado por el Centro de Análisis y Documentación Política y Electoral de Andalucía (Capdea), refleja también la continuidad de la línea ascendente de los nuevos partidos, si bien en una proporción distinta. Podemos irrumpiría en el escenario convirtiéndose en el tercer partido más votado, con una cuota del 19,2 por ciento, muy cerca ya de la exhibida por el PP, que se detiene en un 21,9. Tras ellos se situarían Ciudadanos e Izquierda Unida, con una proporción del 14,1 y el 6 por ciento, respectivamente. La predilección por los socialistas, no obstante, no se corresponde con una estima excesiva hacia la figura de su líder. A pesar de ser la cabeza de cartel mejor valorada, Susana Díaz, suspende, con una media de 4,9 sobre 10.

El informe, asentado en 1.200 encuestas, refleja datos muy distintos en el caso de las generales, donde la proyección apunta casi al empate técnico entre el PSOE y el PP, aunque con una ligera ventaja para los populares. De celebrarse ahora las elecciones, Ciudadanos escalaría al tercer peldaño, desplazando a Podemos. En cuanto a sus candidatos, Albert Rivera es el único que aprueba y Pablo Iglesias y Mariano Rajoy son los que obtienen menos nota.

Por otro lado, nueve de cada diez andaluces considera que el desempleo es el principal problema de Andalucía, y así lo mencionan el 87,4 por ciento de los encuestados. El estudio sitúa en el segundo puesto a la corrupción, y la política, en el tercer lugar, por encima de la marcha de la economía.

Actualmente, el 61,6 por ciento de los encuestados califica la situación política en Andalucía como mala o muy mala, frente al 20,6 por ciento que la considera como buena o muy buena, lo que supone un notable ascenso respecto a la edición de invierno de 2015 (14,9 por ciento), antes de la celebración de las pasadas elecciones autonómicas.

El 75,8 por ciento de los encuestados afirma que, con toda seguridad, iría a votar de celebrarse mañana elecciones autonómicas, mientras que el 81,8 por ciento también lo haría de celebrarse mañana comicios generales.

Preguntados sobre una valoración del actual Gobierno andaluz teniendo en cuenta la gestión realizada, el 37,8 por ciento de los encuestados lo califica de «bastante mala» o de «muy mala», frente a un 32 por ciento que cree que es «muy» o «bastante buena», mientras que un 19,6 por ciento estima que es ni buena ni mala. En relación con la labor de oposición del PP en Andalucía, el 67,3 por ciento la considera bastante o muy mala, frente a un 14 por ciento que la califica de muy o bastante buena y un 12,6 por ciento que no la ve ni buena ni mala. El 56,5 por ciento ve con buenos ojos el apoyo brindado a la investidura por Ciudadanos.

Interpelados sobre qué partido está más capacitado para gobernar en Andalucía pensando exclusivamente en la economía, el 25,3 por ciento de los encuestados considera que el PP-A, el 24,8 por ciento, el PSOE-A; el 7,8 por ciento, Ciudadanos; el 5,4 por ciento, Podemos, y el 3,3 por ciento estima que IULV-CA. No obstante, el 24,8 por ciento de los encuestados considera que el PSOE es el partido más cercano a sus propias ideas, mientras que un 18,5 por ciento responde que el PP; un 16,5 por ciento, que Ciudadanos; un 11,4 por ciento que Podemos, y un 6,5 por ciento que IULV-CA.

Por su parte, el 60,1 por ciento de los andaluces considera muy o bastante malo al Gobierno de Mariano Rajoy, teniendo en cuenta la gestión realizada en el último año, frente a un 25,9 por ciento que lo ve muy o bastante bueno y un 13,8 por ciento que ni bueno ni malo.