El sector pesquero denuncia que se encuentra en peligro por culpa de la crisis y de las dificultades que le plantean desde Bruselas. El próximo 9 de mayo, representantes de distintas cofradías de pescadores del Mediterráneo se reunirán en la Dirección General de Pesca en Madrid con técnicos comunitarios a los que trasladarán los problemas con las redes impuestas en octubre.

Según un anexo de la ley comunitaria, los pesqueros de arrastre deben usar unas mallas con un grosor de unos tres milímetros, frente a las de cinco que utilizaban hasta ahora, lo que ha provocado que haya disminuido en un 50% el volumen de capturas en los últimos meses.

El problema afecta a unas 20 embarcaciones de arrastre con base en el puerto de Caleta de Vélez Málaga, del medio centenar que operan en la provincia.

El patrón mayor de la cofradía de Vélez y vicepresidente de la Federación de Cofradías de Pescadores de Málaga, José Luis Guerrero, manifestó ayer que en el encuentro en la capital madrileña estarán presentes técnicos de la Unión Europea a los que se les planteará que apliquen una excepción a la normativa en todo el litoral Mediterráneo, debido a que las tallas mínimas del pescado son inferiores a las existentes en otros países del norte de Europa lo que dificulta su captura con las nuevas redes.

Precisamente, cada cofradía de pescadores de la provincia ha remitido a la Dirección de Pesca un informe, acompañado de material gráfico y datos sobre la incidencia de las nuevas redes. «Nosotros hemos informado de que estas redes, además de que apenas permiten recoger pescado con ellas, dañan muchas especies como las gambas o las pescadillas, porque los parte por la mitad», comentó José Luis Guerrero.

Un barco de arrastre puede recoger unas 400 cajas de pescado al día con el actual torzal, lo que puede llegar a suponer en torno a los 900 euros de beneficio, una cantidad muy reducida si se tiene en cuenta que los gastos de combustible por salir a la mar pueden suponer unos 500 euros, cuando con las antiguas redes las capturas oscilaban entre las 700 y 800 cajas.

Los pescadores se lamentan de que el invierno ha sido duro ya que esperaban que los observadores comunitarios visitaran los puertos de la zona para comprobar la pesca en el Mediterráneo, unas inspecciones previstas en los puertos de Fuengirola y Caleta de Vélez, que al final no se efectuaron.

@JuanjoZayas