Las obras de la depuradora de Nerja se han reanudado con normalidad una vez que el Ministerio de Medio Ambiente ha formalizado la continuidad de la adjudicación del contrato con la unión temporal de empresas (UTE) formada por Corsan-Corviam Construcciones e Isolux Ingeniería, según el subdelegado del Gobierno en Málaga, Miguel Briones, que señaló que los trabajos continuarán hasta el término de esta infraestructura, que entrará en pruebas en 2018.

Las empresas están actualmente trabajando en el entorno de la depuradora a la espera de que el Ayuntamiento de Nerja le conceda los permisos pertinentes para finalizar las obras de los colectores y de las estaciones de bombeo, que afectan a las calles del municipio. Además, también está pendiente de que el Consistorio de Nerja permita la ocupación temporal de la playa de Burriana para la ejecución del emisario submarino. Las obras están al 77% de ejecución, si bien la planta de tratamiento está prácticamente terminada con un grado de ejecución del 96%.

Esta actuación resolverá las carencias del actual sistema de recogida y tratamiento de las aguas residuales de Nerja y permitirá dotar al municipio de las infraestructuras adecuadas para tratar sus aguas residuales hasta alcanzar la calidad requerida, para que puedan ser vertidas al mar.

Las instalaciones dispondrán de tratamiento terciario, es decir podrán eliminar el nitrógeno y el fósforo, lo que permitirá que una parte del agua tratada pueda ser reutilizada para usos urbanos o agrícolas.

La planta de tratamiento prevista tiene capacidad para depurar hasta 25.000 metros cúbicos de aguas residuales al día, lo equivalente a una población de 125.000 personas, y cuenta con un presupuesto de 23 millones de euros.

No obstante, durante el proceso de construcción el Ministerio de Medio Ambiente aprobó un modificado para incorporar hasta ocho puntos de vertidos no previstos en el proyecto de ejecución inicialmente aprobado, lo que supondrá un incremento superior a los dos millones de euros.

El subdelegado del Gobierno en Málaga ha manifestado su satisfacción por la garantía de continuidad de las obras que ofreció el Ministerio y las empresas contratadas la semana pasada, lo que ha permitido que se hayan podido reanudar las obras, con la previsión de que la EDAR entre en fase de pruebas en 2018.

"Ha sido un proceso complejo dada la situación económica de la unión temporal de empresas y el retraso acumulado, pero finalmente se ha optado por la mejor opción para mantener el compromiso del Gobierno con el saneamiento integral de la costa malagueña", ha dicho Briones.