La expareja de Andrew Bush, el empresario británico asesinado en una vivienda de Estepona el pasado fin de semana, fue detenida ayer en Eslovaquia por su presunta implicación en el crimen. La Policía Nacional buscaba a Mayka Kukucova, una joven modelo de 24 años, desde poco después del crimen, aunque la detención se produjo durante la jornada de ayer en Nova Bosaca, su ciudad natal, donde podría haberse entregado tras conocer que era buscada en virtud de una Orden Europea de Detención y Entrega (OEDE) lanzada por las autoridades españolas unas horas antes. Los investigadores la consideran presunta autora de un homicidio doloso consumado, según precisaron fuentes cercanas al caso.

El hombre, un conocido joyero de Bristol (Reino Unido), fue hallado muerto el pasado sábado con dos disparos en la cabeza en la vivienda de Estepona en la que pasaba largas temporadas. El aviso lo dio su actual pareja, una joven rusa de 20 años con la que acababa de llegar a la Costa del Sol para pasar otra de sus lujosas vacaciones. Según fuentes cercanas a la investigación, la ahora detenida estaba esperando a Bush en el interior de la vivienda y dejó fuera a su actual novia. Esta última fue la que llamó sobre las 2.10 horas de la madrugada del sábado a las autoridades cuando vio huir a la mujer después de escuchar tres disparos en el interior de la vivienda. En su testimonio a la policía, la joven aseguró que Kukucova se marchó del lugar en el vehículo de alta gama en el que acababa de llegar la pareja y que no podía entrar a la casa. Allí se presentaron Policía Local, Policía Nacional y bomberos, cuyos efectivos accedieron a la vivienda y hallaron el cadáver de Bush con dos disparos en la cabeza.

Los medios británicos, que han visto en este crimen todos los ingredientes que requieren los tabloides, llevan días dando todo tipo de detalles sobre el suceso gracias a los testimonios que proporcionan las personas más cercanas al fallecido. Según esas testimonios, los celos podrían tener un papel importante en el móvil del crimen a pesar de que la tormentosa relación de 18 meses acabó hace cinco, el tiempo que el fallecido llevaba con su nueva pareja.

Los investigadores de la Policía Nacional se muestran mucho más prudentes sobre el motivo del asesinato y sobre un caso que el juez ha decretado el secreto de las actuaciones.