La decadencia de Torremolinos se ha acentuado en los últimos años con una importante fuga de habitantes, tanto que lidera de forma destacada la pérdida de vecinos en el saldo migratorio entre personas que se instalan en el municipio y las que se marchan a otros puntos.

Los datos del Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía referentes al año pasado, actualizados en este mes de agosto, muestran como la provincia cerró el pasado ejercicio con un saldo positivo, con 10.645 habitantes más al recibir a más personas que las que se marcharon. El litoral es el gran beneficiado de estos movimientos de población, con la única y llamativa excepción de Torremolinos.

La singularidad de este caso se explica por la mera comparativa de cifras. Es el municipio que más pérdida de población experimenta, con 1.397 habitantes menos por este saldo migratorio. La llegada de 4.219 nuevos vecinos procedentes de otras ciudades no ha compensado la marcha de otros 5.616.

Esta cifra negativa es sensiblemente más alta que las registradas por el resto de municipios con pérdidas. De los 39 municipios donde se perdió población por la emigración, Torremolinos triplica la pérdida del segundo, que es Cártama con 418 vecinos menos. Ya muy atrás se sitúan Antequera (277) y Ronda (170).

Población de extranjeros

Analizando los datos más a fondo, se aprecia que la pérdida de población en Torremolinos tiene su origen en la marcha de habitantes extranjeros, que se decantan por volver a sus países. Así, Torremolinos recibió 999 vecinos procedentes de otros países, pero se marcharon 2.595, lo que supuso una pérdida global de 1.596 habitantes. Estos datos fueron compensados mínimamente con el saldo positivo de 140 habitantes procedentes de otras provincias andaluzas y 59 de otros puntos de España.

La fuga de habitantes extranjeros de Torremolinos es la más importante de Málaga y supone un golpe al prestigio turístico y residencial de este municipio. De hecho, su caso es diferente del vivido en Málaga capital, que registró un saldo negativo de 854 habitantes extranjeros en 2014, el segundo en volumen de la provincia pero que, en este caso, se refiere a personas que buscan trabajo en la ciudad y no tanto a segunda residencia, como en Torremolinos.

Contrasta este dato con la evolución de otras localidades vecinas de la Costa del Sol, donde la llegada de extranjeros sigue apuntando datos muy positivos. Marbella ganó 2.468 nuevos vecinos procedentes del extranjero; Mijas, 1.383; Fuengirola 1.339; Benalmádena, 1.214; Estepona, 672; Manilva, 442; y Benahavís, 401.

Estos datos de población extranjera explican en gran parte los fuertes crecimientos de población migrante en la mayor parte de estos municipios, menos en Málaga capital, donde la crisis económica ha propiciado la marcha de mucha población inmigrante de origen extranjero.

Litoral versus interior

Un vistazo al mapa donde se representa la evolución de las migraciones se aprecia cómo el desplazamiento de población se centra en los municipios del litoral, que siguen ganando peso demográfico frente a un despoblamiento mayor en el interior. La comarca de Antequera es la más perjudicada, ya que sólo cuatro de sus municipios ganan población (Alameda, Villanueva de Algaidas, Fuente de Piedra y Cuevas Bajas), aunque con cifras muy bajas y de los que sólo uno supera los 20 vecinos nuevos, que es el caso de Fuente de Piedra con 23.

Otro grupo de municipios que pierden población en la comparativa de los emigrantes y los inmigrantes es el conformado por los que rodean a la capital. Esa corona de pueblos del Valle del Guadalhorce, Montes de Málaga y Axarquía han perdido vecinos por el poder de atracción de la capital.

La crisis económica ha actuado ahí de catalizador de estos movimientos de población, ya que la falta de oportunidades económicas en su municipio ha obligado a una parte importante de la población a desplazarse a la capital para buscar nuevas oportunidades.

En la comarca de Ronda y la Sierra de las Nieves hay dos realidades paralelas. Por una parte están los pequeños pueblos que forman la segunda línea tras los municipios del litoral y que parecen que viven un respiro ante la pérdida de habitantes de otros años. La dinamización turística de esta zona y la industria local que se está fomentando en estos municipios está ayudando a mantener gran parte de la población e, incluso, captar nuevos habitantes.

Ronda, cabecera de la comarca, y algunos municipios del entorno (Tolox, Istán, Alozaina, Parauta y Cuevas del Becerro), en cambio, muestran un cierto despoblamiento. No son cifras muy altas, pero que confirman una tendencia a la baja que siguen restando poder demográfico a una zona que lleva varios años con una caída de la población.