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Las reacciones en la Costa del Sol conforme se acerca la fecha de mañana jueves, marcada en rojo en las Islas Británicas por la consulta ciudadana sobre el abandono o no de la Unión Europea, se suceden dentro de la propia comunidad de residentes británicos. En esta ocasión es el Ayuntamiento de Mijas el que ha informado acerca de una auténtica avalancha de peticiones de información sobre la posibilidad de que cualquier persona de nacionalidad británica pueda adquirir en un plazo máximo de dos años el pasaporte español.

Es otra prueba más, unida a las de estos últimos días y recogidas en estas mismas páginas, del tremendo nerviosismo con el que muchos ciudadanos nacidos en las Islas van a afrontar la votación que mañana deberá determinar si la Unión Europea se queda sin uno de sus principales socios en materia económica y estratégica. «No sabemos lo que va a pasar, por lo que es normal que estemos inquietos y le preguntemos al Ayuntamiento si lo que suceda puede tener alguna solución mediante la adquisición de la nacionalidad española», señalaba ayer Margaret Louise -residente en La Cala de Mijas desde hace casi dos décadas-.

El Departamento de Extranjeros mijeño remarcó ayer que con sus más de 11.000 ciudadanos británicos empadronados, el término municipal de esta localidad costera es el que alberga un mayor porcentaje de residentes de este país. No es de extrañar que con tal continente de ciudadanos nativos de las Islas, muchos de los más nerviosos respecto a su futuro hayan preguntado al Consistorio sobre alternativas a la hora de mantener sus derechos sanitarios si el Brexit se produce.

La situación también preocupa a turistas británicos que acaban de viajar a la Costa del Sol. Relataban ayer que si cae en picado la libra esterlina «puede que en un futuro sea mucho más complicado viajar para una semana a Málaga». Esta circunstancia también ha quedado recogida en las dependencias turísticas de otros municipios, como es el caso de Nerja o Marbella. Este temor por el futuro del turismo de origen británico se ha extendido entre responsables políticos costasoleños y empresarios que ya planean estrategias compensatorias.