«El teatro es accesible para todos los públicos, personas con discapacidad, personas sordas y personas con deficiencia visual». Éste es el lema con el que trabaja el grupo de teatro Los Sinsentidos, un conjunto de aficionados a la escena con una particularidad: son personas sordociegas. Ahora traen al Teatro Cánovas, este viernes su tercera y, dicen, «más ambiciosa» obra, Atraco a las 11 y once, «una historia en clave de humor, pasión, ternura y sensibilización ambientada en los años 70 y adaptada para personas con discapacidad auditiva». Como se puede leer en el descacharrante eslogan de la función: «¿Imagináis a dos personas sordociegas, una sorda y un exconvicto atracando un banco?».

Un proyecto «de integración» con una intención más allá de lo puramente artístico: el precio de las entradas, 7 euros, se asignará para colaborar con el proyecto del grupo; la recaudación servirá para que este conjunto pueda adquirir recursos para seguir funcionando.

Los Sinsentidos, un grupo único en Europa, saben poner en escena con humor las dificultades que un grupo de sordociegos se encuentra a la hora de robar un banco. Todos los voluntarios (directores e intérpretes) colaboran de manera altruista desde hace seis años. Todos se esfuerzan con un objetivo: presentar la superación de barreras para que la discapacidad no sea un obstáculo en la expresión cultural del colectivo, además de la necesidad de sensibilizar a nuestra sociedad.