Considerado el principal exponente francés del arte urbano, Christian Guémy, más conocido por su sobrenombre artístico, C215, suele dar el protagonismo en sus intervenciones a marginados, excluidos y personas sin techo con el objetivo de "hacerlos visibles" ante la sociedad.

"Me gusta coger un objeto que está tirado en la basura, una puerta vieja o una señal de tráfico, retratar a un marginado y convertirlo en un objeto deseado", ha explicado C215 en la presentación de su primera exposición individual en España, que se inaugura esta tarde en la sede de la Alianza Francesa de Málaga.

Otro de sus motivos recurrentes son los gatos, a los que considera "un símbolo del arte urbano, porque se mueven perfectamente en la calle, son un signo de modernidad y mueven a la sensibilidad", ha señalado el artista.

"Pero no tengo gato, ni me gustan", advierte C215, que observa las noticias sobre la oleada de refugiados con "felicidad" por la movilización que se ha producido a su favor.

La próxima semana tiene previsto subastar una obra original suya a través de Internet para destinar los fondos a los refugiados, aunque, visto el respaldo logrado por estos desplazados, él prefiere comprometerse con "causas menos populares" en la actualidad, como la lucha contra la matanza de tutsis en Ruanda o la liberación de transexuales en países donde son reprimidos.

Cuando se le pregunta por el hecho de que sea considerado la respuesta francesa al artista urbano británico Banksy, admite que ambos trabajan "la misma herramienta".

"Los dos tenemos un espíritu nacional. Él es muy inglés y yo soy muy francés. Utilizamos modos de comunicación transversales y vinculamos las ideas con la atención de la sociedad. Nuestros trabajos son paralelos, pero no hay una escuela común", precisa Guémy.

Reconoce que ha tenido problemas con las autoridades varias veces por sus intervenciones en la calle y ha llegado a ser detenido en Barcelona por pintar el mobiliario urbano, aunque todo terminó bien.

"El juez dijo que no era vandalismo, porque el mobiliario urbano tenía menos valor que lo que yo había pintado, y después me volvió a invitar a que hiciera otra intervención", según C215, que trabaja con plantillas con las que consigue una iluminación impresionista.

Ahora expone en Málaga, ciudad en la que otros artistas urbanos como el estadounidense Shepard Fairey (Obey) o el británico D.Face han intervenido los últimos años en algunas calles, unos trabajos que C215 ha conocido a través de Internet y que considera "formidables".

Sin embargo, Guémy los califica como "muralismo", porque "están autorizados por las autoridades, y por tanto tienen algo de censura", mientras que a él le gustan "la libertad y la sorpresa", y por eso suele elegir para sus intervenciones lugares insospechados e inesperados.

"El arte urbano es una manera de insuflar vida a la calle y también una manera de inyectar vida en el arte", apunta C215, que aprovechará su estancia en Málaga para hacer alguna de sus intervenciones, aunque no desvela dónde.